sábado, 31 de marzo de 2012

Enunciando Proemio y el Corolario poetico

Dios es inmarcesible en su raíz y en su corola
Eterno florecer como la fuerza de su amor y el florecer de Cristo

En flor de eternidad luce su aureola
La belleza de Dios que es poesía
En la luz de su ser, sabiduría,
Faz de Cristo divina su corola.
Divinidad profunda no está sola
De intimidad eterna compañía,
La familia divina en armonía
Es amor infinito entre sus olas.
El Padre es fuente de la eternidad
De intimidad que es suya en su universo,
Caudal inmenso y toda la verdad.
La llama del amor en Dios inmerso
Luz esencial, la misma claridad
Que enciende de su ser la inmensidad.
Es Dios de Dios,
Lucir de luz, de fuego
Amor eterno.

A los ojos de Dios mismo que contempla su belleza en su Palabra divina y en toda la Creación su grandiosa belleza debe ser eterna poesía al integrarla en Cristo a su Yo como algo esencial posible de integrarse a su ser divino humildemente unida a Cristo como la aspiración sincera de mi humilde autobiografía. Me complace también compartirla como el florecimiento espiritual de un carisma personal en el que expreso sobre todo la experiencia profunda como conciencia íntima de la presencia de Dios que anhelo compartir consciente de la amistad íntima de Cristo en el curso de mi vida. La poesía luce espontanea como las estrellas en los cielos y en todo el universo sobre el panorama de mi vida. La poesía de la esperanza es la visión de la fe y el amor de la gloria inmensa como el triunfo de Cristo del reino de los cielos, plenitud de toda la Creación visible e invisible. Florece como una eterna primavera espiritual como el florecer silvestre de todas las praderas del mundo espiritual e incorruptible como los bien aventurados y los ángeles de Dios. Emulando la nueva Creación y la renovación de un cielo nuevo y una tierra nueva, el encanto de su belleza brota del germen glorioso de la resurrección. Morimos en Cristo para resucitar con El unidos como la vid y los sarmientos a la plenitud de su ser en la poesía de su cuerpo místico. No siendo nada ni nadie lo soy todo en la realidad de Cristo si logro por su gracia ser lo que debo ser no siendo yo sino Cristo quien vive en mí.

Profundidad de la resurrección
Los guardias y la tumba no supieron y un Ángel vino y quitó la piedra
El alma retornó de profundos terrenos y uniéndose a su cuerpo Cristo resucitó.

Más allá de la oruga se desviste
Esplendida la eternidad de ser,
Y el gusano no muere, siempre existe
Metamorfosis del acontecer.
Tiene el alma inmortal tan gran poder,
Del cuerpo se despoja y le reviste
Divina intimidad y eterno ver
De vida eterna como en Dios persiste.

En la tumba profunda eternidad,
Cuerpo y alma de Cristo resucitan
Atrayendo a su ser la humanidad.

En su gloria de ser que es infinita
Se reconoce en su divinidad,
Consciente de su eterna claridad.
Quien como Cristo,
En la gloria de Dios
Su eterno existo.

La gloria incorruptible
La muerte real con el cuerpo divino sin el alma de Cristo
Nos invita a morir en su muerte para resucitar en su vida incorruptible.

Es eterna verdad, cumbre en la ruta
El triunfo de su gloria inconcebible,
Lo que no podía ser lo hizo posible
La victoria al final, no hay más disputa.
Sufriendo hasta morir no hizo imposible,
Su fuerza victoriosa y absoluta
Más allá de la muerte no se inmuta
Y Cristo resucita incorruptible.

Maravilla de ser, maravillosa
La bella perfección de su estructura
Y el divino esplendor en su figura.

Cristo el rostro de Dios, su luz más pura,
La humanidad su cuerpo transfigura
En gloria de su ser esplendorosa.
Mística y real
Divinidad humana,
La gloria de Dios.

Autoridad de la resurrección
Destruid este templo dijo Cristo refiriéndose a su cuerpo
Yo lo reedificare en tres días.

Monumentos sin par han existido
Y el fiel testigo de su proposición
Es testimonio de su resurrección,
No más ruinas que el tiempo haya destruido.
Más que el templo de Herodes reconstruido
Lo es el templo de Dios, no la Creación,
Lo es su cuerpo divino en oración
Que es la casa del Padre resentido.

La octava maravilla que es sin par
No es ingenio del hombre que se inspira
Ni tampoco natura que se admira.

La misma eternidad construye amar
Viendo a Cristo inspirado en quien se mira,
Dios viviente, la piedra es angular.
Inconmovible
Cristo, piedra angular,
Eterno amar.

Paraíso de la eterna cueva
Si en la carne de Adán todos pecamos en la de Cristo
Morimos y resucitamos

El Reino de los cielos está en flor
Y a Adán el Padre eterno lo renueva
Nacida eternidad, Cristo en la cueva
El tiempo lo hace eterno en su esplendor.
Es el Mesías divino Salvador
La luz de Cristo de la Virgen Eva,
Madre de Dios inmaculada y nueva
El dueño de la viña es viñador.

Es bueno como Dios con cada hermano
Y judío el buen Samaritano,
Quien lavando el pecado el alma sana.

Agua viva que brota del desierto
Y del pozo de la Samaritana,
Viva vida de Cristo, ¡no está muerto!
De eterna cueva
Cristo es el Paraíso
Y vida nueva.

Mansión de Dios
Cristo es el Hijo de Dios en plenitud
Y nos hace coherederos compartiendo su hogar y su reino

Casa del Padre y la Mansión de Dios
La Palabra divina en su esplendor,
Espíritu de Dios y eterno amor
Por doquier, el sonido de su Voz.
Casa del Padre tras del Hijo en pos
Tras la oveja perdida del Pastor
Del Mesías del mundo Salvador
La esencia de su Padre y portavoz.

Casa del Padre y de su santo nombre
De los Ángeles todos que se asombren,
Donde el Hijo de Dios reina con El.

Es la casa del Padre y de Emanuel
Por siempre eterno y nuevo Israel,
Su faz, su cuerpo místico en el hombre.
Mansión y casa
Del Padre celestial,
Cristo la llena.

La ciudad de Dios
Escrito en el tiempo para la eternidad
Viviente historia inmortal del libro de la vida

Ciudad de Dios de paz y de oración
Cada instante del tiempo mientras duro
El eterno momento del futuro
Jerusalén de la revelación.
Ciudad de Dios y de su adoración
Del Príncipe de paz eterno y puro
Cuyo es reino sin par, el más seguro
Por la sangre de nuestra redención.

Ciudad de Cristo en que la tierra adora
Al Dios de la Creación universal
Encendiendo los cielos inmortales.

Ciudad de Cristo y su divina hora
De amor eterno y de su eterna gloria
Del Príncipe de paz, ¡feliz victoria!
Ciudad de Dios,
Gloria de los Ángeles
Y paz del Hombre.

La octava maravilla
Resurrección del hombre y triunfo de la paz
Saludo de Cristo y eterna realidad

La fe del corazón todo lo entiende
Dios no hizo el mundo solo al acaso
Destinado no más para el fracaso,
Ser en el mundo, el hombre lo comprende.
Paz en la tierra el cielo tal contiene,
El triunfo de la paz, divino abrazo
Monumento inmortal de eterno trazo,
Octava maravilla se sostiene.

La fe del corazón todo ilumina
Y es luz eterna la visión divina,
Venga el reino de Dios, viva en nosotros.

Octava maravilla sois vosotros
Elegidos de Dios y no habrá otros,
Gloria a Dios que en los cielos no termina.
Y Dios lo exalta
A Cristo que se humilla,
¡Es maravilla!

La belleza de Dios
Lo humano y lo divino a Dios provoca
Poema del amor beso eterno en su boca.

Fuego divino que a escribir me reta
Y eterna hoguera del amor que me ama,
Es del alma inmortal la ardiente llama
Que jamás se consume en luz repleta.
Divina inspiración que amor se llama
Con la pluma en la mano que sujeta
La Palabra en su nota es Dios poeta,
Poema que es la música del alma.

Inspiración que eterna transfigura
La perfecta belleza de su mente,
Se inspira Dios en sí eternamente.

Perfume celestial, divina fuente
Que universos angélicos procuran,
La visión del Creador divina y pura.
Dios en plenitud,
La belleza del hombre
Gloria de Cristo.

Recuerdo en futuro del gran día para el cual nacimos
Teniendo que morir para resucitar

Piedad de mí Señor
En tus manos encomiendo mi espíritu
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo

Eterno amor, jamás me desespero
En el medio divino e inmortal,
Por su místico cuerpo celestial
En Cristo vivo a pesar que muero.
Dios lo quiere y por eso yo lo quiero
Despojos de mi cuerpo terrenal
Mercedes de la Virgen del Doral,
Volver aquí, resucitar espero.
Mi alma pertenece al ser divino
Por gracia, libertad y por destino,
Dios me libre del fuego del infierno.
Mansión de vida del amor eterno
En la cumbre del ser, Cristo el camino,
Que me aliente su aliento sempiterno.
Divino hermano
Que has muerto y resucitas,
¡Dame tu mano!

Corolario poético hacia la eterna poesía
Mi autobiografía como preámbulo hacia mi ordenación sacerdotal en poesía
Las bases del humanismo que identifica la axiología de la conciencia
El orden de la naturaleza que presupone la economía de la gracia
Identificar los valores humanos en su proyección a lo divino
El conocimiento y la experiencia de Cristo para experimentar a Dios
La misión de la salvación del mundo y la vida eterna
La espiritualidad y el plan de Dios hacia una eterna poesía

La sonrisa del bien
La ternura del bien sonríe espontáneamente
En la posibilidad del semblante inocente en sus labios infantiles

Ante el bien que es verdad del corazón
Existe el mal, la humanidad se apura
Porque el mundo prefiere la locura
Del terror que no tiene compasión.

El poder superior de la razón
Es mentira que acaba en la basura
Se impone la verdad que lo asegura,
Triunfa el bien sobre el mal y la traición.

No sabe que su triunfo es su derrota,
Malamente destruye y todo azota
La maldad atrevida que se ríe.

Lealtad del ser supremo se sonríe,
Divino bien, su inconmovible roca
Sabedor sabe el mal que le provoca.
Una sonrisa
Ante el mundo del mal,
Dios lo conjura.

Plenitud de la gloria
Irremisiblemente el plan de Dios

Al criterio intachable de verdad
Eterna libertad le satisface
Hacer el bien y el mal vencer le place
A Dios y a Cristo y a la eternidad.

La justicia afianzada a la bondad
Al plantearse que se hace o se deshace,
Viendo el bien ser mayor cual le complace
Determina su eterna libertad.

Amor elige a quienes han amado
Dios glorifica su divinidad,
El reino de los cielos lo han logrado.

Eligiendo a quienes ha salvado
Cristo pleno perfecta claridad
Glorifica en su ser la humanidad.
Ninguna pena,
Lo divino y lo humano
La gloria plena.

La presencia de Dios
Feliz alumbramiento de toda la Creación
La eternidad en el tiempo.

Manantial de esplendor divina fuente
De luz eterna que nos das la vida,
Agua limpia y pureza que convida
A saciar nuestra sed eternamente.

Palabra de verdad en nuestra mente
De intimidad profunda y escondida,
Las entrañas del ser en su guarida
Que se da a conocer perfectamente.

Paternidad del Padre que ha engendrado
Divina filiación del encarnado
Compartiendo su ser y su existencia.

La vida eterna la del ser amado
Respondiendo al amor enamorado,
La plenitud de Dios y su presencia.
En la Creación
Vida eterna del Padre,
La luz d Cristo.

El nacimiento de siempre
Espíritu de la cultura que brota del alma del pueblo
Veneros que no mueren si se cuidan

La cultura nos hace ser buen trío
Compartiendo comunes los anhelos
De apacenses, tendiendo nuestros vuelos
De alas ligeras e incansables bríos.

El árbol genealógico y sus ríos
De Ojozarco la mata, de ese suelo
Por lo Vázquez del lado de mi abuelo
Ramón y Alberto son parientes míos.

Revivan renaciendo de Apaseo
Las letras y las notas de recreo,
Cultura de la casa en nuestra casa.

Arte y cultura el tianguis de la plaza
Y el folklor musical, la poesía
Y el florecer de la sabiduría.
El nacimiento
Cultura renaciente,
Sea nuestra casa.

Filosofía y poesía
Palabra humana y divina
Sacerdotes del sacerdocio de Cristo

Palabra humana que espontanea brote
Del santuario del ser que es poesía,
Tal vez Antonio, mi amigo sacerdote
A quien encanta la filosofía.

Amor del mundo o su terrible azote
Palabra viva de sabiduría,
Es Cristo entero en su divino lote
La palabra de Dios que se hace mía.

Venid en pos de mí a la eterna mina,
No se pierde conmigo quien camina
Que a todos pertenece mi riqueza.

Se enriquece el que entiende mi pobreza,
Yo me entiendo con Dios, mi luz divina
Es la eterna palabra que ilumina.
Filosofía
Que pertenece a Cristo
Es poesía.

Belleza de la bondad divina
Contemplación eterna del Creador y la Creación
La gloria en plenitud del cuerpo místico de Cristo

Divina providencia en lo provisto
La plenitud magnífica de lleno
De Dios maestría, la del Cristo pleno
No es a la caso, lo tenía previsto.

Creador en la Creación lo nunca visto
El eterno nacido de su seno
Hijo del Padre y del Amor más bueno,
Mirando el cuerpo místico de Cristo.

La Palabra encarnándose en María
Como Madre de Dios del cielo llena,
Tierra fecunda de la gracia plena.

Dios se desborda de sabiduría
Y eternidad de instantes de alegría,
¡Oh infinita belleza, lo más buena!
El plan de Dios
Descubre su belleza,
¡Bondad divina!

La espiritualidad de la carne
Lo efímero se hace eterno
Y la carne incorruptiblemente divina

Palabra que acaricia nuestra piel
De divinas entrañas, cuya lucha
Nos habla del saber que nos escucha
A todo nuestro ser y al alma fiel.

Es divina amistad nuestro Emanuel
De espiritual matriz y angelical pucucha
Del eterno vivir, su vida es mucha,
La del hombre que es Dios, siempre con El.

Palabra que ha anunciado el plan de Dios
Y a los tiempos lo eterno de su voz,
Sublime realidad que Cristo emana.
Paternidad de Dios que nos hermana
Todo luce divina claridad,
Luz eterna de amor a la verdad.
Palabra de Dios
El Verbo se hace carne
En vida humana.

La oración de la Madre que hago mía
El Hijo de tantas lágrimas de su Madre
Consigue el Paraíso de su eterno Padre.

Librado sea del enemigo malo
De malas compañías y ser vicioso,
Cuide al hijo el todo poderoso
Sin pecado al morir, que diga exhalo.

Triunfe el bien sobre el mal y al decir calo
Sea fiel amigo que es lo más honroso,
Traicionar y negar es horroroso
Vivir en gracia el mayor regalo.

No le dejes jamás de estar contigo
Pido siempre le tengas por amigo,
Por tu amor que es el rey de la amistad.
Imposible le venza el enemigo
Siendo amigo por una eternidad,
No hay amigo mejor, Dios de verdad.
Ora mi madre
Como santa Mónica,
Que encuentre a Dios.

La verdadera herencia
Es herencia de Dios su reino y su justicia
Lo demás es añadidura

A los ojos de Dios iluminada
Se sujeta a la ley de conveniencia
Con disfraz de verdad la pertenencia
A una sola familia en su mirada.

Ya todo lo demás no vale nada
Si el Señor es la parte de la herencia
Sin sordera la voz de la conciencia
Ni testigo de lengua engarrotada.

El reino importa más y su justicia
Que asegurarse con su añadidura,
Vive la paz y muere la discordia.
Permanece entre hermanos la concordia
Y amor y paz de Dios en armonía
Que son tesoro de sabiduría.
No está de pleito
La herencia del Señor
A su familia.

La paz de Dios
El divino infinito más profundo que los cielos y los mares
La paz de Dios intimidad del alma.

Quien hizo todo lo hace y lo rehace
El universo y la Creación entera
Los Ángeles y al Hombre cielo y tierra,
La vida eterna y Cristo quien le nace.

El Cuerpo místico en su ser renace
Paz en el alma triunfo de la guerra
Que Dios requiere eterna y verdadera
Tal como al Padre eterno satisface.

Esplendor de la paz deslumbra el cielo
E ilumina en la tierra sus anhelos
Al hacerse su eterna voluntad.
Paz de Dios es del alma el gran consuelo
Amor divino a la humanidad
Del corazón de su divinidad.
Divina paz,
Profundidad del alma
Dios infinito.

Juventud feliz
Reminiscencias de Darío
Juventud eterna y siglo veintiuno.

En el alma inmortal todo mi ser
Divina juventud cuyo tesoro
Alegrándose en Dios a quien adoro
Conmigo siempre, no tiene que volver.

En mi vida me siento acontecer
Viviendo con el ser que me enamoro,
Feliz mi llanto y la alegría que lloro
De mi espíritu eterno florecer.

Divina juventud de mi alegría
Son mis años dorados, no envejecen,
Ni siquiera la muerte me entristece.
Mi eterna juventud rejuvenece
Y el universo y Dios son mi energía
De la fuente de la sabiduría.
Inolvidables,
Quince años de juventud
Son algo eterno.

Cada instante que pasa se nos muere
Aunque el alma no muere jamás
Para bien o para mal

Cada instante que pasa luego muere
Como el día, los meses y los años,
Inmortal en el alma no hay tal daño
Aunque suceda lo que sucediere.

No se muere por más que desespere
El alma espiritual en cuyo paño
La muerte, no termina el desengaño
Ni se logra morir si tal prefiere.

Hay viejos jóvenes que son seniles
Y envejecen en vicios, los más viles,
Muriendo en vida de decrepitud.
Celebremos los años juveniles,
Que en jovial madurez no hay senectud
Disfrutando de eterna juventud.
Instantes de ser
Se mueren con la vida,
Pero no el alma.

Visión de Dios
Beatifica la fe mirando a Dios
Trascendencia de amor la vida eterna en su existencia

La experiencia de fe no suena hueco
Divina realidad cuyo sonido
De universo y Creación hacen el eco,
El alma escucha a Dios en el oído.

Beatífica visión cual golpe seco
Cristalina verdad, plena en sentido,
Ve Amor eterno sin mentira o fleco
Mirarse Dios en sí cual siempre ha sido.

Feliz visión de Dios no es imagino,
El eterno momento de su ser
Es certeza de ver al ser divino.
Son los ojos de Dios mirar de Cristo
La eterna realidad que siempre ha visto,
Plenitud de la gloria en su poder.
Viva la fe,
Con los ojos de Cristo
Mira a Dios.

Mujer soñada
Dimensión de su ser
Aspiración del hombre al femenino eterno

Hecho el prodigio de naturaleza
Toda era ella como el arte vivo,
Delineando el perfil cada motivo
De clásico y barroco en su pureza.

Contemplarse a sí misma le interesa
Soñadores sus ojos, un archivo
Fantástica en mi mente le concibo
De las mil y una noches sobremesa.

Universos de mares y praderas
Dando besos coral todo su ser
Y parpadeando como el anochecer.
Con racimos de bella primavera
Entallada en su cuerpo de palmera,
Sus mejillas color de amanecer.
Sueños del hombre
De eterno femenino,
¡Es la mujer!

Divina Eucaristía de Cristo
Cuerpo y sangre especies de pan y vino
Alimento que nos nutre en el cuerpo místico de Cristo

El evoca los labios del eterno
De su ser la divina subsistencia,
Su cuerpo es pan de eterna consistencia
Y su sangre nos libra del infierno.

Nos nutre en la verdad su ser interno,
Pan y vino y profunda su presencia
Sosteniendo perfecta su existencia
Maná de amanecer, flor del invierno.

Muere en la vida de la Eucaristía
Cuerpo y sangre de amor, el pan y el vino
Del eterno momento que es divino.
Brilla en la cumbre su sabiduría
La libertad de Dios, gracia y destino,
Lo efímero hace eterna poesía.
Su testamento,
Es eterno momento
Y Eucaristía.

Carisma de castidad
Como ángeles de Dios
En el cuerpo místico de Cristo

Encuentro de tu amor cuyas albricias
Son riquezas, tesoros soberanos
De tersa luz que llena de caricias,
Me abundan como ofrenda aquí en mis manos.

Pureza en plenitud, Dios sin malicia
La eternidad del tiempo entre tus planos
Generoso no sabes de codicia
Realidad de mis sueños sobrehumanos.

Cuanto soy te lo doy a manos llenas
Te quiero en ese beso cuando estrenas
Con tu vida el seno virginal.
Bendito fruto de la gracia plena
De azucenas en flor, luz celestial
De Amor en llama y lumbre espiritual.
Es del Dios vivo
La pureza divina
En vida humana.

Mi corazón y la rosa
Ofrenda de amor al llamado de Dios

En la caricia del viento
Veo una rosa sosegada
Sintiendo en mi pensamiento
Acariciar a mi amada.

Y apago el fuego que siento
Por esa niña soñada
Porque a Dios jamás le miento
Respondiendo a su llamada.

No puedo hacer otra cosa
Con el viento que la goza
Que lograrlo sosegar.

Y así decido cortar
Para llevarla al altar
La hermosura de la rosa.
En mi corazón,
Cuando corto la rosa
Es más hermosa.

Mi mano de Dios
El mundo en mis manos
Es libre de salirse de ellas o no

Serán mi viña y Virgen de Israel,
Yo soy la vid y ustedes los sarmientos
Con todo el corazón y el pensamiento
Dios con ustedes, Yo soy el Emanuel.

Os vuelvo a mi redil de leche y miel,
De la oveja perdida soy pastor
Y del mundo, Yo soy el salvador,
Y me entrego a morir, todo por él.

Me paro en el camino para ver
Como sale de apuro cada hermano
Soy de todos el buen samaritano.
Con la gracia de Dios y su poder
Y todo el corazón y su saber,
Soy la mano de Dios dando la mano.
A nadie niego
Extenderle mi mano,
La quiera o no.

Pureza de Dios y castidad de Cristo
Ojos limpios de Dios mirándose así mismo
En el corazón humano

Enamorado de otra Margarita
De eternal juventud no queda exhausto,
Y aspira a la belleza infinita
Sin Mefistófeles, divino Fusto.
La pureza divina es exquisita
Maravilla de Dios, en Cristo casto,
Siendo eterno con El, ¿Quien se lo quita?
Si amor divino dice yo me basto.
Amor vital y eterno no perece
Uniéndose con Dios en plenitud,
Vida eterna florece y no envejece.
Eternidad de Dios su beatitud
Bondad divina y hermosa juventud
Que eternamente nos rejuvenece.
Perla de Dios
La Belleza de Cristo,
No tiene precio.

Pureza de Dios y castidad de Cristo
Ojos limpios de Dios mirándose así mismo
En el corazón humano

Fenecido recuerdo
Ilusión que muere sin remedio
Fuego fatuo del amor

En el ocaso de mi amor esquivo
Su rostro fue rosal que se encendía,
Verde la mar, sus ojos poesía,
Fueron sus rasgos como el arte vivo.

Tristes o alegres con o sin motivo
Fuegos fatuos la noche divertía
Y en sus labios carmín se sonreía
El duende de la danza siempre activo.

En el recuerdo del eterno olvido
Donde todas las cosas ya se han ido
El rosal de su rostro está marchito.
Y en la noche sin fin del infinito
Siendo amor ilusión nadie lo alcanza,
De hito en hito perdido en lontananza.
Todo se apaga,
Dejándonos sin nada
El fuego fatuo.

Cristo vida eterna
Gloria del Padre y la luz del mundo
Vida de Dios y del cuerpo místico de Cristo

Revivan los pasajes de mi vida
Rapsodias de alabanza al ser divino,
Vivimos para Dios, eterno sino
Del alma el despertar si está dormida.

Seguir de pie dejando la caída
Y a Cristo unirnos que es nuestro camino
Haciendo nuestro el suyo, su destino,
Dejadas las tinieblas sin salida.

Triunfando de la tumba de tal suerte,
Resurrección y fe, promesa inscrita
Revive mi existencia de la muerte.
Creo en la vida de Dios que es infinita,
Cristo vivo en el alma nunca muere
Gloria eterna del Padre que nos quiere.
Amor eterno,
Como el Padre me quiere
Yo he amado al mundo.

Ambición incomprensible
El alma logra vislumbrar la vida eternal
Aunque las células se mueren

Yo tengo una ambición que nadie me comprende
Porque quiero morir cuando la vida enciende
Su color más ardiente al fuego de mi vida
Cuando el alma en la cumbre entiende la partida.

Quiero ser como el sol tendido en el ocaso
Cuando la vida derrotada es un fracaso
Y Cristo viene, con el triunfo de la muerte
Con el reino de Dios y su divina suerte.

Yo tengo una ambición que solo Dios entiende
La realidad de ser del ser que sobrentiende
Del amor celestial su espíritu fecundo
Divina intimidad de eterno amor rotundo.
Vida de Dios,
Que a Cristo le interesa
Eternamente.

Epilogo de la primera parte de mi biografía
Coralario poético continua

Dimensión del misterio de la muerte
El sentido de morir es posibilidad de vida plena
Fuera o dentro de la tierra prometida

La muerte es ese golpe del crucero
Que abrillanta el misterio de la vida
Es la suerte ante Dios ya conocida
Y el encuentro del alma a su asidero.
Final de la ceniza en el mortero
Mucho más es la tierra prometida
Plenitud de la fe, luz encendida
El destino inmortal y verdadero.
A la gloria de Dios que es infinita
La vida eterna a Cristo resucita
Y a quien muere con El jamás lo olvida.
La firma del eterno al alma inscrita
Se cumple del destino en la partida
Y le juzga el amor, peso y medida.
En su presencia
Somos dignos o no
Si Dios lo afirma.

Intimidad de Dios
En Dios vivimos nos movemos y somos
El en sí mismo y nosotros en El

Dios se hace historia siendo eternidad
Y el hombre existe en El y El en el hombre,
Por Cristo, que es la gloria de su nombre
E instante eterno de su intimidad.
En la existencia de su divinidad
La Creación de los ángeles se asombre
De la eterna Palabra que es renombre,
De encarnación, divina humanidad.
El mar del universo se hace río
En el paisaje de la vida humana,
La cascada divina y soberana.
La existencia de Dios no tiene lío
Existiendo en su ser, en donde existe
Su mente y corazón, y allí subsiste.
Sin ningún lío
El universo es río,
Con Dios en el.

Ofrenda de la Creación
La humanidad de Cristo sacerdote y víctima
Ofrenda de la Eucaristía

La Creación Cristo debe consagrar
Y el reino hacer de Dios de un mundo externo
Divina intimidad, fuerza de amar
La Palabra de Dios, sonido interno.
Toma en sus manos celestial manjar
Al evocar los labios del eterno
La salvación del cáliz por salvar,
Cuerpo y sangre de Cristo sempiterno.
Instante salvador, luz, claridad,
Resurrección la muerte que ha traído
La sangre y agua del costado herido.
La justicia es perfecta caridad
Al inmolarse Cristo, ha redimido
De las entrañas de la eternidad.
Cordero y Pastor
Que inmola y que inmolado,
Redime el mundo.

Lanzados al mundo
La eternidad nuestro destino
Compartiendo con Dios su ser divino

Con Dios y su presencia que me alumbre
Cielo y mar y altamar es mi camino
En todas dimensiones del destino
Tengo la luz y el fuego de su lumbre.
Divina nave de angélicos peritos
Viento divino sopla donde quiere
Y me dejo llevar a donde fuere
Por todos los espacios infinitos.
Siendo el camino, la verdad, la vida
Lo que importa es seguirle como amigo
Y servir como Cristo de testigo.
La luz del mundo eterna y encendida
Divina eternidad, no está perdida,
Dios sabe a dónde voy cuando le sigo.
Ser en el mundo,
Llegar a ser con Dios
Eternidad.

Mi sueño de cristal
El sacerdocio del orden es la orden del sacerdocio
Participación de la acción sacerdotal de Cristo único y eterno sacerdote

Ascienda a ti mi vida vertical
Divinas dimensiones para hacer
Tu voluntad, todo lo que debo ser
En el vuelo de Dios horizontal.
Aquí estoy para ti, no he roto el día
Jardín y jardinero han renacido
Del Paraíso terrenal perdido
Sin mentira o serpiente que extravía.
Sublime Cristo en la cumbre del dolor
Entregando tu vida por amor,
Resurrección eterna e inmortal.
Que se rompa mi sueño de cristal
No permitas, contempla nuestras manos,
Queriéndoles servir a cada hermano.
En Cristo y con El,
Sus manos a la obra
En nuestra manos.


Cristo Mesías
Yo he vencido al mundo y al príncipe de las tinieblas
Quien cree en mí aunque muere vivirá

Luz del mundo y divina claridad
Divino Salvador del ser humano
Los Ángeles te adoran soberano
La humanidad en tu divinidad.
Hijo del hombre y Dios a quien has visto,
Eterno Sacerdote, en tu oración
Consagrando a tu Padre la Creación,
Místico cuerpo e iglesia que eres Cristo.
Quien como Tu eternamente fuerte
Mesías de Israel, nuestro Emanuel,
Dios con nosotros porque eres El.
Plenitud de la gracia y la verdad
Resurrección y triunfo de la muerte
Vida eterna, lo tuyo y nuestra suerte.
Mesías divino
Vences muerte y pecado,
¡Oh eterno rey!

Lo creo de Cristo
En ti creo sin que te mire
Porque en mi fe te estoy mirando

Resurrección de vida en tus hermanos
De pie sobre la cruz tus brazos míos
Que extiendes infinitos como ríos
De eterna salvación, Dios soberano.
Responsable de todos los humanos
Jesús piadoso, rey de los judíos,
Del mundo Salvador de tantos líos
Sentenciado a la cruz de los romanos.
Siendo nada soy nadie para amarte
Escuchando tu voz, sé que me llamas
Diciéndome que mueres porque me amas.
Desde el fono de mi alma yo te amo,
Resurrección y vida, así te llamo
Pidiendo me permitas adorarte.
Así nos amas,
Sé que mueres por todos
De uno en uno.

Soy Dios viviente
Para esto vine al mundo para darles vida
En la abundancia de mi vida eterna

La Palabra de Dios amor y aliento
Para el alma y para el corazón,
Más que el pan su divina nutrición
Es luz divina y feliz entendimiento.
Cuerpo y sangre de Cristo son sustento
Convertido de la crucifixión
En el cantar de la resurrección,
Pan y vino del alma en alimento.
Por la gloria divina y en su nombre
Divino en plenitud yo nutro al hombre,
Yo soy el pan de vida, dijo Cristo.
Y soy la vida eterna aunque se asombren,
Nada importa que nadie lo haya visto
El ser eterno en mí, Yo en quien subsisto.
Soy el milagro
Del alma del creyente,
Y Dios viviente.

Todos sirviendo en Cristo
No es bueno descuidar el anuncio de la palabra del evangelio
Al atender la acción de gracias a la mesa de la eucaristía

Trabajar sin descanso a todos pido
Y me gusta el símbolo del pez,
Del seno de mi Padre Yo he salido
Que es Señor de la viña y de su mies.
Yo he venido a servir no a ser servido
Lavando a mis discípulos los pies
Mostrando la razón de haber venido,
Soy siervo de Iahvé y El es quien es.
Con amor que es cristiano entendimiento
Cuidar de los enfermos no nos pesa
Ni atender al hambriento ni al sediento.
Soy Cristo en plenitud, sabiduría,
La Palabra de Dios pan de la mesa
Y acción de gracias de la Eucaristía.
Siervos de Cristo,
Servimos a su mesa
Al diaconar.

Desolado Consuelo
Piedad de intercesión a Dios
Por ser un pobre miserable pecador

El alma siento toda desolada
Me invade la maldad de los impíos,
Derrama la pureza de tus ríos
Y mi alma quedará purificada.
Te adoro con la sumisión deseada
Me enredo y desenredo en tanto lío
Pecado e ingratitud, todo eso mío,
Abismo de miseria no soy nada.
Ven pureza de Dios límpialo todo
Belleza de adorarte linda cosa
Y el amarte la más maravillosa.
Es tu presencia misericordiosa
Alarde de tu fuerza poderosa,
Tu divino poder, es de ese modo.
Desolación
De mi miseria humana,
Consuelo de Dios.

El Cristo Hipercósmico
Todas las dimensiones que no son su eternidad
Las trasciende Cristo con su divinidad y la gloria de su resurrección

En su momento de la eternidad
Hipercósmico es Cristo en su poder,
Más grandioso que el cosmos en su ser
Trasciende la infinita inmensidad.
Su eterno amor arrasa con lo adverso,
Sobre los muros de su divinidad
Toda la fuerza de su humanidad,
Al oleaje de todo el universo.
Hipercósmico el Cristo que trasciende
Profunda eternidad del ser divino
Hace eterno del hombre su destino.
De la altura del ser, cuando desciende
Y a la gloria de Dios, cuando El asciende,
Todo indica el indicio de su sino.
Es Dios de Dios
Trascendencia de Cristo,
Hipercósmico.

Trascendencia divina
Es la historia de Cristo Dios y hombre
El tiempo eterno proyección hipercósmica al ser divino

Octava maravilla el ser humano
Trascendencia hipercósmica del mundo
Y eternidad del tiempo en Dios fecundo
Su experiencia de hacerse sobrehumano.
Superhombre divino y soberano
Amor divino y su poder rotundo
Dios en el alma hasta lo más profundo,
Cristo el hijo de Dios, en cada hermano.
La luz eterna que deslumbra el cielo
Octava maravilla que trasciende
Su mirada divina, Dios la enciende.
Divino rostro Cristo no está ciego
Ni es robo humano su ambición de fuego,
Dios que trasciende con eterno anhelo.
Luz de la luz
La trascendencia de Dios,
Divino fuego.

Espíritu de Cristo adoración del Padre
Y ofrenda y gratitud de amor eterno

Espíritu sacerdotal de Cristo
Al margen del poder y la riqueza
Mesiánica misión que el Padre ha visto
De acuerdo a la visión de su grandeza.

El huerto en oración claro y previsto
Es única verdad que le interesa
Y el templo de su cuerpo tiene listo
Fiel al Padre, lealtad con entereza.

Ya hereda el reino de su eterno Padre,
Es Príncipe de paz, divino el Hijo
Y resucita Cristo como dijo.

Ve el cielo de mis ojos que en ti fijo
Hijo del hombre de la Virgen madre,
Eterno sacerdote a quien elijo.
Yo resucito
El templo de mi cuerpo,
Gloria del Padre.

Plenitud de la gloria
Irremisiblemente el plan de Dios

Al criterio intachable de verdad
Eterna libertad le satisface
Hacer el bien y el mal vencer le place
A Dios y a Cristo y a la eternidad.

La justicia afianzada a la bondad
Al plantearse que se hace o se deshace,
Viendo el bien ser mayor cual le complace
Determina su eterna libertad.

Amor elige a quienes han amado
Dios glorifica su divinidad,
El reino de los cielos lo han logrado.

Eligiendo a quienes ha salvado
Cristo pleno perfecta claridad
Glorifica en su ser la humanidad.
Ninguna pena,
Lo divino y lo humano
La gloria plena.

El Cristo Hipercósmico
Todas las dimensiones que no son su eternidad
Las trasciende Cristo con su divinidad y la gloria de su resurrección

En su momento de la eternidad
Hipercósmico es Cristo en su poder,
Más grandioso que el cosmos en su ser
Trasciende la infinita inmensidad.

Su eterno amor arrasa con lo adverso,
Sobre los muros de su divinidad
Toda la fuerza de su humanidad,
Al oleaje de todo el universo.

Hipercósmico el Cristo que trasciende
Profunda eternidad del ser divino
Hace eterno del hombre su destino.

De la altura del ser, cuando desciende
Y a la gloria de Dios, cuando El asciende,
Todo indica el indicio de su sino.
Es Dios de Dios
Trascendencia de Cristo,
Hipercósmico.

Verdad de Dios
Cristo alternativa única de Dios
De la Creación y el hombre

Cristo es alternativa de unidad
Y humanidad entera toda en uno
Del hombre universal siglo veintiuno
Y el ser humano que ama la verdad.

Conmigo o contra mí, la eternidad
Del ser humano sin dejar ninguno,
Quien es de la verdad a mí lo aúno
Ser o no ser, en mi divinidad.

Soy torrente de eterna redención
Y plenitud de Dios que se derrama,
Quien cree en mí encuentra salvación.

Recoge o no y así es que desparrama
Mi amor que siempre estoy por transferirlo,
Yo viene al mundo para redimirlo.
Yo soy redención
Vida eterna y salvación,
Verdad de Dios.

El todo ante la nada
El tiempo es efímero ante la eternidad
Que es la vida y el amor del alma

Se sienta o no se sienta acompañado
Llegando a la verdad de su presencia
Solos quedan el alma y la conciencia,
Al final uno muere abandonado.

La eternidad sin tiempo, terminado
Ante amor inmortal como experiencia,
Dios enciende o apaga su existencia
De su espacio infinito, no otro lado.

Ignorando cenizas, polvo y lodo
El amor inmortal es de ese modo,
Dios no deja el alma abandonada.

Todo mundo al morir queda sin nada
Y es posible lograr entonces todo,
Vida eterna, del alma enamorada.
Feliz o infeliz
El alma, todo o nada,
Llena de Dios.

Cristo visión del Padre eterno
Su rostro en que se mira y mutuo amor eterno de Cristo
En quien nos mira y nos ama

Vida eterna de gloria se reviste
Y amor divino de que está provisto
El gozo sempiterno siempre visto
Perfecto el universo, allí persiste.

En el reino de Dios nadie está triste
Siendo el místico cuerpo que es de Cristo
Creación en plenitud, cual la ha previsto,
Para Dios allí existe cuanto existe.

Y es lo que mira de la eternidad
Trascendencia hipercósmica del mundo
Con su eterna mirada en un segundo.

Luce Dios con perfecta claridad
Todo en Cristo que es luz de la verdad,
¡La cumbre de su ser lo más profundo!
No vivo yo,
Es Cristo quien vive en mí
Si en Dios yo vivo.

Visión divina
Aspiración profunda del alma a la cumbe del ideal
Belleza que no es alucinación sino realidad eterna más que soñada

No importa a donde voy de donde vengo
Descubro para mí que lo eres todo,
No es el alma ceniza, polvo, lodo,
Nada puedo temer, yo a ti te tengo.
Contigo y a tu lado es de tal modo
Alto y profundo en ti yo me sostengo
Y sintiendo el abismo me detengo,
Me encuentro bien y nunca me incomodo.
Ven a mí eternidad que te recibo
Cual divino presente en el que vivo,
Pasado y el futuro no son nada.
¡Oh belleza del ser lo más deseada!
Inextinguible amor cual te concibo
En el alma, estando enamorada.
Porque te he visto
No solo te imagino,
¡Se que en ti existo!


En pos de la verdad
Epistemología absoluta del ser necesario
Axioma ontológico del ser en la contingencia del hombre

Certeza de evidente claridad
Siendo tú solo parte y elemento,
Le pertenece a la divinidad,
No la inventas, descubre el pensamiento.

Allí es grandeza tu conocimiento
Del universo ante la realidad
No presumas de pobre entendimiento,
Descubre siempre en pos de la verdad.

No es tu invento la epistemología
Divina fuente de sabiduría,
Raíz del ser, poder en todo inmerso.

Más allá de la cronología
No procede de la etimología,
La Palabra en que existe el universo.
Palabra y raíz
En que razona el hombre,
El universo.
Sin fama ni gloria del mundo
La historia de la salvación es cada instante del presente futuro de la humanidad
Que se convierte en una eternidad

Que me inspira a escribirle a todo mundo,
Yo ignorado del mundo y de la fama
No soy nada ni nadie a quien aclaman,
Tan solo cuento con mi amor profundo.

No existe el mundo para verlo inmundo,
Y amor divino en encendida llama
Es el de Cristo y salvación proclama,
La pureza de Dios y amor rotundo.

No son nada ni nadie sin el hombre
El universo y toda la Creación,
Dios los hizo por gloria de su nombre.

Plenitud en su Voz, Cristo renombre
La palabra divina en redención
Hasta la cumbre de la resurrección.
El reino de Dios
No es la gloria del mundo,
Lo es de los cielos.
Lo eterno permanece
El tesoro escondido dentro de nosotros
Es la profundidad del reino de los cielos

En dónde está la vida que yo tuve
Sirve acaso vivir si todo acaba,
Dios nos queda en verdad y el alma cava
Los tiempos y lugares en que estuve.

Y eternidad me dice, te retuve
Y la muerte jamás lo menoscaba,
El profundo tesoro que recaba
Divina inspiración que el cielo sube.

El tiempo en plenitud fue profecía
De pureza inmortal, Dios que nos vino
Resucitando en odas de alegría.

Es Cristo nuestra eterna poesía
Divina inspiración y don divino,
La música del alma y su destino.
Divino Cristo,
Eterna poesía
En toda el alma.

Poesía mi esencia ser
Lo que se va me deja todo lo que permanece
Amor y poesía del alma

Se impone para ser reconocida
La inspiración que arroba el sentimiento,
Eternidad del tiempo en un momento
Visión del corazón incomprendida.

Poesía es el alma de mi vida
Y profunda intuición del pensamiento
En las entrañas del entendimiento
Y del alma el vivir que no se olvida.

Universos del alma percibidos,
Vale la pena el haber vivido
Lo divino del ser, su misma esencia.

La inspiración de haberlos comprendido
Sobre todo el amor cuya existencia
Es fuego inextinguible y subsistencia.
Eterno amor,
Inextinguible fuego
Y poesía.

Estética divina en el hombre
La belleza de Dios que a El mismo le fascina
Es el reino de Dios deslumbrante fascinación de Cristo

Es de Dios en el hombre la figura
Que se eleva a su ser como es el mismo
Dimensión de infinito en su humanismo
La estética más bella en su estructura.

Y Cristo que en su ser se transfigura
Con amor desde el fondo de su abismo,
Y auténtico, con Cristo el Cristianismo
Del abismo a la cumbre de esa altura.

La belleza de Cristo siendo humana,
Perfecta y pura en el ser divino
La Creación perfecciona en su destino.

Por divina es belleza soberana,
Y amar o no es cielo o es infierno,
Por supuesto que existe amor eterno.
Visión divina,
Su estética fascina
De amor eterno.


Conciencia del trabajo
El hombre nace para trabajar como el ave par volar
Y ambos para emigrar

Dios no quiere las cosas de ese modo,
Fealdad del ser humano la avaricia
Soberbia que acumula por codicia
Y vicios atascados entre lodo.

Las cosas sirven para el bien de todos
Y humildad se somete a la justicia
Hermandad que comparte sin malicia,
Derecha rectitud sin un recodo.

Compartiendo con todos entre hermanos
La virtud hace hermoso al ser humano,
Contra pereza, está la diligencia.

Trabajar por vivir es la conciencia
Del ser humano dándose la mano,
Gran deber, sin ninguna diferencia.
A donde irá
El trabajo del hombre,
Dios bien lo sabe.

Cien años de soledad
No solo Latinoamérica sino la humanidad entera
Sin la presencia autentica del cristianismo

De las letras es gloria y muy horondo
Narrada en deslumbrante poesía
La horripilante historia de García,
La desgracia latina, cala hondo.

La estirpe en su raíz se arranca a fondo
Destructivo poder vuelto manía
Como acontece al general Buendía,
Evidente tragedia de Macondo.

Frustración de terrible eternidad
Corrompida familia y sociedad,
No es problema latinoamericano.

Entre el incesto y la promiscuidad
Bananera banal, problema humano,
Remedios de ilusión sin realidad.
Gran poesía
Cien años de soledad,
Banal historia.

El criterio de la verdad
La verdad nos hace libres y es clara
Ante toda sospecha de error o de mentira

La verdad sospechosa si se mira
No encubre lo que le desacomoda
Ni cuida el qué dirán o de la moda,
La sospecha aclarada, se retira.

La virtud siempre triunfa a cuanto aspira
Y hace real la verdad y la acomoda
No pecando en verdad, aunque incomoda,
Sin sospecha, sin dudas ni mentiras.

Por bien de la verdad que es necesario,
Ser cortes con amigos y la gente
No requiere dejar de ser valiente.

El hacer lo ordinario extraordinario
Al bien de la verdad le es pertinente,
Y el honor verdadero y más decente.
Es la verdad
La que nos hace libres
Y siempre amigos.

La música y el alma
Es elocuencia angelical música del alma
Visión sublime que rompe en notas de sonidos la palabra

Los ángeles de Dios se transfiguran
En sonidos y notas de oración
A la cumbre del ser, divina altura
De profunda y sublime adoración.

Realidad que supera la razón
La música del alma que es tan pura
La razón sin razón, el corazón,
Amor en demasía que es locura.

Amor tocata y fuga en su estructura,
Sonidos que se escapan del infierno
Con poder musical ante el averno.

La música es divina aunque tortura
O invade plenamente de ternura,
Momentos inmortales, son eternos.
Dios inmortal
Y el sonido del alma,
Amor divino.

The music and the soul
Angelical eloquence is music in the soul
The vision of the sublime where word gets broken in the notes of the divine

Too much of love is real and truly madness
The reason without reason of the heart,
The purity itself the sound of art
Is reality, is beautiful and greatness.

It is the very top of being highest
Like the angels of God, transfiguration
Of sounds divinely reaching near the fares
Sublime profound, it’s God in adoration.

The power of inspiration within self,
Love, might be touch and run, its own structure
Being notes and sounds the escaping hell itself.

Within the eternal now of the future
Flying to heavens flies to nest of love,
Tender or torture the serpent or the dove.
Divine love
It is the sound of the soul,
¡Oh eternal God!

Dios familia del ser
Intimidad personal de sí mismo su plenitud de ser
Como Creador acción creadora de ser

Bella increada oración como salterio
Sol eterno y zenit que no declina
Profundidad sin fin que no termina
Del reino de los cielos y su imperio.

La intimidad de Dios es un misterio
Inagotable manantial y mina
De amor eterno y realidad divina
Y el ser en pleno con su vida en serio.

Arquetipo de vida familiar
El ser divino y su total esencia
Y el inmenso infinito en su existencia.

Plenitud esencial para engendrar
Consciente de su ser en su presencia
De amor filial, paternidad de amar.
Amor renace
Paternidad que nace,
Pleno en su ser.
La dicha de la paz
La guerra por la paz sobre la tierra
Es triunfo de la vida celestial

No me puede servir tanto en el alma
Escribir y entender la vida mía
Manantial que me inspira poesía,
La dicha de la paz, más que la fama.

El fruto del amor del sol en llama
Raíz de eternidad, no fantasía,
Árbol en flor de la sabiduría
Divina inspiración, a esto me llama.

Milicia de la vida terrenal
Divino florecer, vida divina
De la gracia de Dios que me fascina.

En el Verbo lo eterno es inmortal
La palabra del ser, siendo germina
Vida eterna, la vida celestial.
La eternidad,
Comparte el ser divino
Nuestro destino.
Al santo Cristo de la cruz d piedra
Inconmovible roca de la fe Cristo en la cruz
Que con amor eterno resucita y nos salva.

Divina salvación el alma medra
La esperanza de ti que no se cansa
Y aquí está Cristo en su cruz de piedra,
La paciencia de Dios que no descansa.

¡Oh mortal que caminas como hiedra
Para abrir su costado con tu lanza,
Despójate del miedo que te arredra
Por haber traicionado su confianza!

Su voz del corazón está llamando
Al morir en la cruz crucificado,
Amor eterno lo ha resucitado.

Cristo el hijo de Dios nos sigue amando
Con amor inmortal que nos conmueve,
¡La roca de la fe jamás se mueve!
Cristo en la cruz
Que eterno resucita,
Nos sigue amando.
Riqueza del Creador y la Creación
La riqueza de Dios es brindis de amor y poesía
En el banquete de su sabiduría

Agua viva divina tal parece
Que da vida, que nutre y acaricia,
Vive el justo de fe y en ella crece
Dichoso el corazón y su alma limpia.

Pierde a Dios quien se llena de soberbia,
Pobre mundo el que existe en la inmundicia
Y es riqueza sin Dios, todo es miseria
Porque al hombre destruye su malicia.

Cristo eterno es divina beatitud,
La riqueza de Dios toda en su mina
De eterno manantial fuente divina.

Lo humano y lo divino en plenitud
La riqueza de Dios es poesía,
En el banquete de su sabiduría.
Humildemente
Cristo, siendo el más pobre,
Riqueza de Dios.
La oblación de Lupita
Alguien que vivió el milagro sin queja
Y amó la vida en tan larga enfermedad heroicamente

Amor de Dios se inmola en esa pena
Nacer, vivir, luciendo hasta morir
Con la fe y el deseo de vivir,
Mientras Dios da la vida, siempre es buena.

Gratitud de vivir jamás se apena
Lo que importa ante Dios es bendecir
Lo malo se hace bueno al elegir,
Mientras Dios la regala no es ajena.

Lo entendamos o no El lo comprende
Es cosa del destino el don divino,
Las cosas pasan como a Dios conviene.

La llama de la fe el amor la enciende
Y unida el alma a Cristo todo entiende,
Es cosa de la fe, no lo adivino.
Nuestra oblación
En la muerte de Cristo,
Morir y vivir.
La riqueza
Sus puntos de vista
El temporal y el eterno

Los bienes y los males, cuanto tienes
En tus manos los tienes recibidos,
No reniegues ni des por maldecidos
Tienen mucho de bueno si te avienes.

Vence el mal con el bien, todos son cienes
Según la Providencia convenidos,
Dalos siempre por siempre bendecidos
De donde Dios los mira, son tus bienes.

La paciencia de Job se ve pequeña,
Cristo muere y nos da la contraseña
Ciento por uno y la vida eterna.

Divina roca e inconmovible peña
Verdad de Dios que la verdad enseña,
Que el amor es la vida sempiterna.
Más a los demás,
Es la riqueza de Dios
Y la de Cristo
La realidad de Dios
Por la fe la Palabra de Dios es la semilla
Que florece en el alma divina maravilla

Escuchando el sonido de su voz
Es un concepto de la filosofía
Y la belleza de la poesía,
Las neuronas del hombre, hacen a Dios.

El reino de los cielos en el alma
Plenitud de los tiempos, aun no visto
Realidad de la fe que existe Cristo
Que es triunfo del amor, divina palma.

Solo Él sabe su eterna realidad
Visión beatífica de eternidad,
El concepto de Dios, nunca es El mismo.

Su presencia en el alma y la bondad
Del amor, amor eterno de amistad,
¡Profunda realidad, todo ese abismo!
Realidad de Dios
La visión de sí mismo,
¡La fe del alma!
Paternidad y el bien sumo
Atesorad en el cielo
Sin orín sin polilla ni robo

Paternidad de Dios que engendra el ser
Masculina eminencia y femenina
De fuerza maternal plena y divina,
Amor en plenitud digno de ver.

Cristo el hijo de Dios, en El encarne
Su riqueza infinita, no termina
La palabra de Dios, eterna mina
Verbo divino su divina carne.

Ser amigo de Dios, punto y aparte.
La buena nueva su divina historia
De perfecta y eterna trayectoria.

El reino de los cielos lo reparte,
Divina filiación, El, la comparte
Y el hombre es heredero de su gloria.
Con Dios aparte
Tener la mejor parte,
El sumo bien.
El Hombre
Grito de la mujer que debe dar a luz porque el hombre no es el hombre
Poema que no es solo poesía sino esencia de la filosofía humana
Liberación femenina varón y hembra integración del hombre en la mujer

Ideal, la realidad verdad, de amar
Derecho sin machismo ni recodo,
La humanidad no se hunda en ese lodo,
Ven cantar de cantares sin errar.
Con el mismo derecho en su lugar
Macho y hembra es el hombre y lo es en todo
Y enemigos no son de ningún modo,
La fuerza bruta debe terminar.
Realizar la verdad cual debe ser
Es el sueño del hombre, don divino,
Hacer al hombre, un todo por lograr.
Integración por ser es el hogar
Masculino elemento y femenino,
El hombre es uno y otro en la mujer.
Y existe el hombre,
Como varón y hembra
En la mujer.

Amor y vida
Realidad del hombre es el amor inmortal
Cada instante del tiempo lo hace eterno

Valiendo todo sobre todo, amor
Es verdad, que la vida vale nada
Se va la luz, quedándose apagada
La conciencia de ser en su esplendor.

Apegarse a la vida es un error,
Sin desprecio y jamás desesperada
Visión de fe del alma iluminada,
No teman, dijo Cristo sin temor.

Vida eterna es la vida verdadera,
No muere para siempre cuando muere
Quien comparte conmigo y quien me quiere.

Si a las cosas del mundo me prefiere
El amor, es divina primavera,
Florecer de los cielos por doquiera.
No hay que temer
Que el triunfo del amor
Nos da la vida.

Inspiración de Dios
Desde la cumbre de la ciencia y de la fe
Visión de Dios y el universo

El tiempo pasa y queda la verdad
Que es de Dios en el fondo su presencia,
Vida eterna de Cristo en su existencia
Tan inmensa como la eternidad.

La conciencia de Dios que nos alumbre
Viviente en plenitud, pleno entender,
Profundo el universo de su ser
Su divino escalar hasta la cumbre.

Fe divina es visión y es conocer
La cumbre de entender y del saber,
Unida el alma a la divinidad.

Es divino esplendor cual lo merece,
Eterno el Yo de Cristo y permanece
En la belleza de la humanidad.
Cristo en plenitud,
Inspiración de Dios
Y poesía.
Visión de libertad
La esperanza de vida inmortal
Mensaje de la paz del medio oriente
Puede mirar a Buda frente a frente,
Cristiana, la cultura espiritual.

Equilibrio de fuerza universal
Su serena expresión luce elocuente,
Lo mira la cultura de occidente
El Buda en su perfil, paz oriental.

Nada importa el dolor, mueren las olas,
Divina humanidad es una sola
Y espíritu de Dios la eternidad.

Cristo y Buda y el hombre que se inmola
Somos grito que grita libertad,
Liberación, la luz de la verdad.
Perfil de Buda
Y en Cristo frente a frente,
Paz y libertad.

Temporalidad eterna de Cristo
He venido para que tengan vida en abundancia
Dimensión de la misión en la visión de Cristo

Milagro del mirar de su retina
Que mirando perdona los pecados,
Dios que puede quitar el palo dado
Presente eternidad, fuerza divina.

El pasado que existe en el pasado
Encanta recordar y nos fascina,
En el futuro, cuando se adivina
Memoria e ilusión siendo llamados.

El divino poder se extralimita,
Para el hombre es inmensa en su amplitud
La inmensidad divina y su actitud.

A la gloria de Dios que es infinita
Cristo vivo que muere resucita,
Maravilla del tiempo en plenitud.
Es Cristo eterno,
Pasado, y el futuro
Maravilloso.

Dios familia del ser
Intimidad personal de sí mismo su plenitud de ser
Como Creador acción creadora de ser

Bella increada oración como salterio
Sol eterno y zenit que no declina
Profundidad sin fin que no termina
Del reino de los cielos y su imperio.

La intimidad de Dios es un misterio
Inagotable manantial y mina
De amor eterno y realidad divina
Y el ser en pleno con su vida en serio.

Arquetipo de vida familiar
El ser divino y su total esencia
Y el inmenso infinito en su existencia.

Plenitud esencial para engendrar
Consciente de su ser en su presencia
De amor filial, paternidad de amar.
Amor renace
Paternidad que nace,
Pleno en su ser.

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