lunes, 31 de octubre de 2011

La realidad del ser

La realidad de ser. La conciencia de ser es privilegio del ser humano entre los seres vivos que no son hipótesis sino realidades básicamente evidentes a nuestra experiencia y a nuestro humano conocer. Nos conocemos a nosotros mismos a pesar de lo mucho que nos ignoramos. Existimos como individuos en la intimidad de nuestro ser aunque nuestra existencia está sujeta a la realidad necesaria e indispensable que nos da origen y nos mantiene y nos sostiene como células vivientes del fenómeno humano como entidad social. En el siglo XXI estamos maravillados de nuestra integración global extraordinaria en los anales de la historia gracias a la intercomunicación informática cuya base es la tecnología en avanzada con todos los inventos que manipula el hombre y la ciencia de la materia y la energía en todas sus dimensiones.
La conciencia de ser tiene una dimensión espiritual cuyo valor parece estar al margen de la realidad actual abarrotada de tecnología en el marco de la preocupación económica al servicio de la productividad y el consumo de nuestra cultura con tendencias deshumanizantes y deshumanizadoras con respecto a los valores espirituales de la dignidad y la misión trascendental del destino del hombre. Sobre todo los valores morales parecen relegados en su efectividad social al punto de que el terrorismo parece estar a la vanguardia de la destrucción humana a nivel familiar y universal en la familia humana. No es verdad que carecemos de recursos espirituales cuyo influjo en acción nos hace capaces de equilibrar este desorden que nos amenaza con la destrucción y la aniquilación de nuestra especie sobre la faz de la tierra.
Necesitamos ser conscientes a nivel individual y social precisamente de eso, del amor y el respeto a la tierra y a nosotros mismos como individuos como sociedad y como especie humana. A pesar de que nuestra movilidad geográfica nos desarraiga de nuestra propia tierra donde nacimos y de la que tecnológicamente nos lanzamos hacia el espacio y todo el universo, el amor a la tierra y al terruño deberá hacernos conscientes de nuestra lealtad y orgullo por la madre tierra de donde nacemos, viniendo de ella a donde volvemos al cumplir la misión de nuestra existencia. Nos es necesario el carácter que requiere delinear en todos sus niveles el ideal de la realidad y la realidad del ideal de una economía no solo materialista sino humanitaria y global por el bien de todos como especie, valorando la jerarquía de realidades superiores en la gama de nuestros valores y su trascendencia social y espiritual. Y necesitamos urgentemente tomar en cuenta la sabiduría que a fin de cuentas es el alma mater de la naturaleza a la que pertenecemos y de la que aprendemos el sentido de la dignidad humana y la posibilidad de la esperanza inspirada en la fe y en el amor del triunfo de la paz y la posibilidad de un humanismo trascendente hacia la vida eterna que se logra como milicia en el ámbito existencial del tiempo y el espacio en que vivimos. Los valores esenciales de libertad y responsabilidad del bien de todos en la dimensión total del hombre no nos pueden programar sistemáticamente hacia la autodestrucción de la persona humana con sistemas totalitarios que esclavizan al hombre. El ser humano se realiza en el contexto de su libertad y dignidad humana ante Dios y delante del espectáculo de todo el universo.
La realidad del ser
La relatividad y el absoluto
Humanas y divinas dimensiones

Ser en el mundo un mundo de existencia
La realidad del ser, sus dimensiones,
Es conciencia de ser entre los seres
Evidente verdad de la experiencia.

Nos conocemos a nosotros mismos
A pesar de que más nos ignoramos,
Hoy en forma global nos integramos
Si evitamos caer en el abismo.

Realidad necesaria e indispensable
Da origen, nos mantiene y nos sostiene,
Fenómeno humano y entidad social.

Anales que son cumbre de la historia
Inventamos conciencia de la ciencia
Y en el siglo XXI integración global.
Humanidad,
Integración global
Nos mide Dios.
La realidad de ser
Evidencia del ser la conciencia de Dios
Beatífica visión de Cristo el único que le conoce y lo da a conocer

Fuente eterna de amor, plena alegría,
Divina perfección jamás se inmuta
Sin defecto en su ser que se le imputa
Siendo verdad de la sabiduría.

Es necesaria a todos y es la ruta
Más allá del no ser que es fantasía,
Su ser, en realidad es poesía
La conciencia de Dios que es absoluta.

Cristo camino de su eterna vida
Divina realidad al tiempo inverso
Y al ser divino su existencia unida.

Más profundo que todo su universo
Su intimidad de ser, su ser inmerso,
La conciencia de Dios es su guarida.
Luce a la cara,
Su eminencia de ser
El ser de Dios.
Al Señor de la riqueza
No es posible servir a dos señores
Incompatible Dios en su poder idolatría el dinero

A dónde va la humanidad sin Dios
En busca de soberbia axiología
Absurda realidad y error atroz
Adorar tan falaz idolatría.

Ejes que ruedan del abismo en pos
El dinero es maldita fantasía
Falsedad de poder y arca vacía
Que ignora señorial la eterna voz.

Hay un solo Señor de la riqueza
Con eternos principios y valores,
Imposible servir a dos señores.

Su verdad que es total no admite errores,
Trabajar, todo el tiempo le interesa
Eligiendo ser rico en la pobreza.
Poder de Dios,
Su divina pobreza
No ama el dinero.
Premisa de la fe
Logística del ser la lógica del hombre
Y axioma de la realidad la metafísica del ser

Su ser sin contingencia es la verdad
Uno solo no más, sin multitud
Es axioma de ser su realidad
Necesario absoluto en plenitud.

Llevamos en nosotros tal misterio
De la luz de la paz y su reposo
Y encontramos divino refrigerio
A la sombra del Todopoderoso.

La conciencia de ser es nuestro tema,
Dios, negación eterna de no ser
El hecho de su ser que es menester.

Su afirmación de ser no es un dilema
Para Él, ni tampoco es un problema
Necesario absoluto en su poder.
Amor eterno,
Ontología de ser
Es su poder.
Sonido de la Gloria
Invencible al luchar es nuestra fe
y el honor de la gloria

En mis oídos la inmortalidad
Supremo el éxtasis a la agonía
Y en la cumbre del ser y la verdad
El amor que es un himno de alegría.

Transparente en divina claridad
El alma se convierte en poesía,
Nací en el tiempo y creo en la eternidad
Seductora en humana alegoría.

Ven sonido inmortal, sonido egregio
Que profundo en el alma suenas regio,
Se el eterno presente en la victoria.

Desvanece el adiós, final arpegio
Pasado y el futuro en la memoria
Ante el triunfo divino de la gloria.
Callado arpegio,
Resuena en la victoria
Eterna gloria.
La sonrisa del bien
La ternura del bien sonríe espontáneamente
En la posibilidad del semblante inocente en sus labios infantiles

Ante el bien que es verdad del corazón
Existe el mal, la humanidad se apura
Porque el mundo prefiere la locura
Del terror que no tiene compasión.

El poder superior de la razón
Es mentira que acaba en la basura
Se impone la verdad que lo asegura,
Triunfa el bien sobre el mal y la traición.

No sabe que su triunfo es su derrota,
Malamente destruye y todo azota
La maldad atrevida que se ríe.

Lealtad del ser supremo se sonríe,
Divino bien, su inconmovible roca
Sabedor sabe el mal que le provoca.
Una sonrisa
Ante el mundo del mal,
Dios lo conjura.
Propósito de Dios
Divina maravilla se propone y lo dispone
Cristo es gloria de Dios honor y plenitud del hombre

Propósito del hombre y la mujer
Más importante que saber quién eres
Ha de ser realizar quien debes ser,
Nada importa si vives o te mueres.

Propósito del hombre es su deber
E importa sobre todo lo que quieres
Cumplir como misión y es menester
Que espera el ser de Dios, ser de los seres.

Propósito Creador su corazón
Y el dolor redentor del Salvador
Cuya muerte es divina redención.

Propósito de Dios es el amor,
Escucha lo que dice la Creación
Y el poder de la gloria por su honor.
Propone Dios
Lo que su amor dispone,
Ser Dios y hombre.
La lealtad conyugal
Varón y hembra el hombre
Lo que Dios une no lo separa ni el hombre ni el demonio

Unido en matrimonio a Dios bendigo
Por darme compañera tan hermosa,
Me siento bendecido de tal cosa
Lealtad me obliga como fiel testigo.

La lealtad conyugal es fiel amigo,
Con su fuerza divina y poderosa
Pido a Dios que me cuide de mi esposa,
Deslealtad conyugal es enemigo.

Sin dejarme caer en el abismo
Pido a Dios que me cuide de mí mismo,
Porque quiero que seamos bendecidos.

Que abunden bendiciones, sean inmensas
La paz de la amistad sin cosas tensas
Y el fuego del hogar siempre encendido.
Amor conyugal
Bendecido por Dios
Ante El unidos.
Grandeza del terruño
Cenizas del terruño resucitan mi ser
No muero para siempre

Balbucir de la luz mi infancia veo
Visionario de fe, fuente de gloria
Invencible en su cumbre la victoria
Mi corazón, entrañas de Apaseo.

Grandeza de mi pueblo en ella creo
Que mi vida es más grande que mi historia,
No me arranques jamás de tu memoria
Amanecer de Biblia en Dios te leo.

Reloj del tiempo el corazón palpita
Y el ser que debo ser voy persiguiendo,
La dicha de existir me va siguiendo.

Eternidad morir jamás lo evita
Y un puño del terruño eternamente,
¡Resucito, no importa balbuciente!
Mi amor palpita
Cristiano de Apaseo,
Fe en mi deseo.
Terruño de siempre
Pequeña y gran ciudad
Y municipio de Apaseo el Grande

Nacer del universo que se expande
Sabinos, bosques, huertos al momento
Formidable explosión para que ande
Y el ojo de agua de mi nacimiento.

La luz primera de mi pensamiento
Te contemplo terruño Apaseo el Grande,
Renovado al sentir tu crecimiento
Las cosas van a ser como Dios mande.

Eres joya del alma tú Apaseo
Popular tu barroco de las plazas
Y grandioso barroco la gran casa.

Por tus calles de siempre, vuelven, pasan
Tantos seres queridos que no pasan
Y el recuerdo futuro en que te veo.
Que vigoroso
El amor al terruño,
En mí no muere.
Frente a la casa grande
Alma de la mexicanidad
Barroco hispano mestizo de Apaseo

Eres tierra de Dios en la que creo
Y a pesar de que no me lo merezco
Es sí y es no que a ti te pertenezco
Terruño mío y pueblo de Apaseo.

Al Creador y Señor de mis deseos
Con mi humana existencia le agradezco
Ser visión del momento en que aparezco,
Andador de Galeana en que me veo.

Aquí nací frente a la casa grande
Dos meses más y días mi aniversario
Dos mil once, reloj en el horario.

Soy hombre contingente y ordinario
Que adora al absoluto y necesario,
Para servir a Dios en cuanto mande.
El ser pequeño
Es grandeza del hombre,
Sirviendo a Dios.
Razón de fe nos resucita
La realidad de ser es que nada tenemos que no hayamos recibido
Y es el don de la fe lo que nos resucita

Ya de mí la materia desalmada
Me deja así la realidad ausente,
Sin pasado o futuro en mi presente
De polvo y de ceniza quedo en nada.

Certeza en mi saber solo es creer
Que en el alma persista mi presencia,
La razón se me apaga y la existencia,
¿Podre encontrar mi realidad de ser?

Más allá de la muerte queda visto
Ser poder de su amor que resucita
La realidad de ser, ¡la encuentra Cristo!

Por la misma razón, El nos invita
A creer para ser en realidad
Divina dimensión de eternidad.
Realidad de ser
Cristo, vence la muerte
Y resucita.

Trilogía del Poema del Hombre

Trilogía del Poema del Hombre
Proemio a la Trilogía la adoración de Cristo
Cristo es la perspectiva de Dios y el destino del hombre como estética de la belleza en el mundo de la Creación y definitivamente de la Revelación. El es su eterna inspiración encarnada y glorificada en la naturaleza de Dios y en la del hombre, no hecha sino realidad de la sustancia de su ser personal, convertida en la expresión de su Palabra excelsa, divina Poesía y el Salmo de los salmos de su amor y de su vida.
El Ave Fénix de la inmortalidad es una bendición que exalta al hombre hacia su grandeza más sublime de su destino que viene a ser el triunfo de la humillación profunda de su muerte. El hombre del siglo XXI particularmente cuenta con todos los recursos de la Cultura y de la Historia universal del espíritu del ser humano en persistente búsqueda. Su sedienta certeza trata de encontrar una respuesta incuestionable en el tiempo con relación a su inquietud, más que instintiva arrancando de la fe cuya raíz más profunda nace del alma aspirando a lo eterno. Este impulso del alma pertenece al hombre en ambos ámbitos de su destino en el orden de la naturaleza como en el orden sobrenatural. El imperativo categórico superior a la fe de la razón y a la razón de la fe trasciende de lo humano a lo divino de su destino, epopeya del yo humano hacia el Yo divino.
La adoración de Cristo
La plenitud de Dios florece en la Creación
Como hipóstasis de lo humano y lo divino en la totalidad de Cristo
Un segundo del tiempo eternidad
La conciencia de Dios en mi conciencia,
Soberana y eterna su presencia
De su reino profunda intimidad.

La persona de Cristo en realidad
Infinito del ser, su íntima esencia
Y eternamente toda su existencia
En las entrañas de la divinidad.

Nadie más, solo El con El y por El
Absoluta y total resurrección,
Dios con nosotros, divino Emmanuel.

Elegido en la cumbre de Israel
Y elocuente con toda la Creación,
Su presente en eterna adoración.
Dios adorable,
La adoración de Cristo
Es inefable.
Primer escenario. En contraste con la resurrección de Cristo que sin convertirse en cenizas resucita a la inmortalidad el tercer día después de su muerte el símbolo del Ave Fénix que resurge de sus cenizas en un vuelo inmortal viene a expresar el contraste del instinto del alma que identifica sus aspiraciones en el contexto paralelo de Paganismo y Cristianismo.
El Ave Fénix
Instinto de lo eterno
Cristianismo y Paganismo en raudo vuelo

Noción de ser para extinguirme luego
En el cóncavo lado del reverso
De donde nace todo el universo,
Mi vida es rio de la luz y el fuego.

El Ave Fénix vuela en mis cenizas,
Y en la voz del poema de mi verso
Me quedo con la paz y el viento terso,
La muerte en el olvido no me pisa.

Raudo vuelo inmortal de mi alma viva,
Trascienden los espacios más bonitos
Las alas de mi ser lo más arriba.

Sublime eternidad del infinito
No me extingo en verdad, y fue mentira,
Mi vida no se acaba cundo expira.
Lo más arriba,
Infinito el amor
Que nunca expira.
Segundo escenario. La aspiración a la inmortalidad es el contraste del realismo crudo del ser humano que está sujeto a esa realidad de lo temporal en cuyo contexto todo lo que nace termina por morir. El ideal de una vida ideal capaz de convertirse en realidad sin morir o más allá de la muerte no repugna a la axiología de preferir el ser al no ser, el existir al no existir y el vivir al morir. Y Cristo en el contexto de la fe, la esperanza y el amor ha dicho que quien cree en El no muere para siempre.
La inmortalidad
Aparte de la fe el instinto de la belleza
Hace al hombre inmortal

Deja las riendas de la luz del sol
En el carro de todo el universo
Y pisa las estrellas de regreso,
Luzca eterna su luz el gira sol.

Silencio musical en si bemol
En la sangre que fluye de mi verso,
Si espíritu del alma no está preso
Corra el rojo en sus venas del patol.

La eternidad afirma que florece
Sublimando al hombre espiritual
Su lacra de morir y ser mortal.

El alma libre se rejuvenece
De eterna libertad que no envejece,
Sabiendo que el amor es inmortal.
No se marchita
La luz del universo,
Inmarcesible.
Tercer escenario. El nombre de Dios es el signo del Todo poderoso. Lo que parece imposible para el hombre es posible para Dios. La idea de ser como Dios ha sido el desafío rebelde de no servirle según la expresión de la fuerza del mal expresándose de esa manera no serviré. Sin embargo el mensaje más trascendental de Cristo ha venido a ser hacernos participantes de su vida divina que comparte con su Padre que lo ha engendrado y con El mismo que es el Verbo y la Vida de Dios y también con el Consolador que es el Espíritu en persona de su amor eterno.

En el nombre de Dios
Que bendiga la Creación con vida eterna
El Padre Cristo su Hijo y su Espíritu de Amor

Tú en nosotros, por eso te sentimos
Y somos uno en Ti, ningunos otros,
Tú siempre estás en medio de nosotros
En tu nombre Señor si nos reunimos.

Te escuchamos hablar y percibimos:
Yo estoy aquí en medio de vosotros,
No somos más salvajes como potros
Y humilde el corazón, te bendecimos.

Compartimos la mesa, el pan y el vino
En tu nombre Señor por ti reunidos,
Con ojos de la fe en nuestros oídos.

Eres Dios con nosotros don divino,
Tu amor eterno nos mantiene unidos
Recordando que estamos redimidos.
Ahora y siempre,
Yo estaré con vosotros
Eternamente.
Navidad feliz sigloXXI
Corolario
La existencia del nacimiento de Cristo es necesaria a esta Trilogía del Poema del Hombre de la misma manera que la Navidad tiene como esencia el nacimiento de Cristo. A manera de Corolario termino este breve poemario que justifico al final en el contexto del eterno infinito sin principio ni fin en la trascendencia del tiempo hacia la eternidad a la que pertenece el hombre en el Yo divino.


Navidad feliz siglo XXI
Cuerpo de Cristo maná de los cristianos
Leche y miel de la tierra prometida

Compartamos la tierra prometida
Navidad en familia es Emmanuel
Dios con nosotros con sabor a miel,
Divina leche que nos da la vida.

Compartamos de Cristo la venida
Gloria en los cielos lo proclama a El
Que ha nacido en Belén rey de Israel,
Reine la paz y triunfe bendecida.

Compartamos divina la amistad
De Dios niño por una eternidad,
En medio de esta noche eterno día.

Compartamos de Dios su intimidad
Que nos llena de gozo y alegría
Del manantial de su sabiduría.
Del Niño Dios
La tierra prometida,
Sabor a miel.

La Persona de Cristo y sus dimensiones

La Persona de Cristo y sus dimensiones. La Persona de Cristo sintetiza la realidad total de ser. La esencia y la existencia de su ser como la luz es lo más sencillo de ver y de experimentar para quien tiene el alma llena de fe tal como El sorprendentemente la encontró en quienes menos era de esperar. El conocimiento introspectivo de Cristo conociéndose a sí mismo es el punto de partida de su ser personal y fue y será lo más luminoso y evidente que pudo existir sobre la faz de la tierra y bajo lo más alto de los cielos hasta el séptimo cielo. La buena nueva del Evangelio particularmente es fuente reveladora del conocimiento personal de Cristo acerca de sí mismo sabiendo que sobre todo en El de la abundancia de su corazón habló su boca y se puso en acción toda su persona haciendo que se dijese de Él, todo lo ha hecho bien. En El mejor que en nadie es verdad aquello que dijo del reino de Dios de que está dentro de vosotros. La sencillez de Cristo corre a la par con la de Dios y humanamente como hombre se identifica en su humanidad, siendo así la verdad misma como Dios y como hombre. Solamente el corazón de su Madre con la luz peculiar del Espíritu de Dios se parangona con el conocimiento que Cristo tuvo de sí mismo según la observación de que ella guardaba todas sus experiencias de Cristo en su propio corazón. Cristo es la autenticidad de sí mismo en Dios como Dios que es y en el hombre como la expresión más perfecta del ser humano. Todos los seres humanos compartimos con El lo perfecto del hombre universal primogénito de la Creación y realidad sublime de todo el universo. Por eso debió decir como lo dijo con toda verdad ser El la luz del mundo, sal de la tierra y el camino, la verdad y la vida hacia la vida eterna que comparte con su Padre en la cumbre de la verdad y del amor infinito que es la vida de Dios expresada en su Palabra que es el Verbo, la elocuencia de la divinidad. El cielo y la tierra pasarán pero mi Palabra no pasará. En Cristo, en su persona predomina su determinación de ejercitar una humildad absoluta al entregarse a la humillación de una muerte inimaginablemente cruel y humillante muriendo ignominiosamente sentenciado a la muerte de la cruz. Este escándalo que escandalizó a sus discípulos y casi a todos sus seguidores fue profetizado y vino a ser el hecho inenarrable de su testamento inolvidable memorial de su muerte y su resurrección. El misterio de la Eucaristía es la evidencia real de su presencia redentora y vivificadora que lo convierte en expresión absoluta del amor eterno en el que el hombre se alimenta del ser divino que no solo vive de pan sino de la Palabra de Dios que es pan de vida eterna. El realismo de sus palabras es tan real que confrontó la objeción y la duda con la alternativa de un rompimiento total o la determinación de aceptación total expresada en sus términos como la gran pregunta de a quien iremos, solamente Tú tienes palabras de vida eterna. Todo es grandioso en Cristo pero la nota más alta en el cántico de su grandeza es sin duda la inmensidad de la virtud por excelencia que es el amor. Y el momento supremo del amor anunciando su partida es enviar al Consolador en persona que personifica ese amor que procede de la relación del Unigenito de Dios con su eterno Padre. El dará testimonio de la obra de la salvación ilustrando a plenitud las enseñanzas de Cristo en el misterio de su cuerpo místico en el que Cristo es la vid y nosotros sus sarmientos. Solamente unidos a El daremos frutos de vida eterna.
El plan de Dios
Secreto maravilloso el plan de Dios y su gloria
La Creación admirable renace se humaniza y se diviniza en Cristo

Ser divino engendrado de Dios Padre natural
Cristo es hipóstasis humana en la divinidad
Cuerpo y alma en su persona divina intimidad
Naturaleza pura el hombre más espiritual.

Ser divino que en cuerpo incorruptible fue mortal,
Cristo nació, murió y resucitó a la eternidad
Plenitud de luz divina para la humanidad,
Es la gloria de Dios y de la Creación inmortal.

Cristo es el ser humano que todo diviniza
Como Dios es Creador con su Padre y reorganiza
Y el tiempo lo hace eterno haciendo que no muera.

Cristo es el ser divino que todo lo humaniza,
Y es la fe del amor que termina al fin la espera,
Hombre y Dios gozo eterno del todo a su manera.
Es Dios y hombre
La plenitud de Cristo,
El plan de Dios.
La persona de Cristo
Cristo en persona eternidad del tiempo
Verdad de Dios y corazón

Es el hijo de Dios en su pureza
La persona de Cristo que es divina
Y su amor ante el Padre no declina
Siendo dueño de dos naturalezas.

Su eterno Padre en la raíz no cesa
Ser solo un Dios, el manantial y mina
Verdad y amor a Cristo le origina,
Tres personas, divinas se interesan.

Cristo en persona se ha dado a conocer
Dios y hombre unidos en su ser,
Divino el corazón como la mente.

Paternidad divina en plenitud de ser
Y amor eterno en persona al proceder
La existencia de Dios eternamente.
Gloria de Cristo
Resurrección del hombre,
¡Dios nunca muere!
Cristo el único Maestro
Nacimos para Dios absoluta verdad y amor eterno
De nuestro ser total que nos admite o nos rechaza para siempre

Divino Maestro conoce el ser total en sus entrañas
Sabiduría de Dios y Maestro de toda la existencia
Solo El capaz de dar a conocer a Dios y su presencia
Testigo fiel de amor y de verdad ni engaña ni le engañan.

Eternidad de Dios con Cristo lo más alto en la montaña
Divina filiación del Padre un solo Dios en esencia
Comparte en realidad profundidad del ser en la conciencia
Pureza de la luz, claridad evidente que no empaña.

Cristo es juez de vivos y muertos en la humanidad entera
Y juzga al fin de cuentas cara a cara, precisión certera
Sentencia sin engaño el daño o el amor real en su balanza.

Sabe donde como cuando y porque lo que sucede donde quiera
Libertad gracia y destino ser o no ser más que quimera
La realidad al fin Dios sí o no y la sentencia, perentoria alabanza.
Felicidad
De la eterna alabanza,
Dios sí o no.
En pos de Cristo
Venid en pos de mí siguiendo a Cristo
Que es tomar su cruz como toma la nuestra

Divino acontecer del universo el caso
El es la vida eterna, híper cósmico Cristo,
Sus ojos ven el tiempo como nunca han visto
Y ve el amanecer del alba y el ocaso.

Y el reino de los cielos acontece a plazos,
Trasciende Dios el cosmos de su ser provisto
Que en toda profecía todo está previsto
Y divinas cosas no pasan al acaso.

Hijo de Dios y el hombre, su antropogonía
La plenitud de Dios, su vida la vivimos
Y en el tiempo es eterna teogonía.

Desde el momento eterno cuando le seguimos
Gracia por gracia en Cristo todo recibimos
Compartiendo con El su eterna teofanía.
Vengan conmigo,
A donde Yo este
Mis seguidores.
Ante la ambición de Cristo
Yo soy la vid y ustedes los sarmientos
Primogénito de la Creación y el Unigénito de Dios

Profunda intimidad que Dios entiende
El sumo bien donde su amor anida
Divina eternidad que es su guarida,
El ser inextinguible en que se enciende.

Mi ambición de morir vivir pretende
Ver el sol en la cumbre de la vida
Tras la luz del ocaso en mi partida,
Nadie más, solo Cristo me comprende.

Si el universo fue una maravilla
Verdad de Dios la luz, brilla sencilla
En la cumbre del ser de su existencia.

Plenitud del amor gloria en semilla
Dios exalta a Cristo que se humilla,
¡Todo es nada ante Dios en su presencia!
Vid y sarmientos
Es Cristo el Viñador,
¡De Dios la viña!
¿Porque me buscabais?
Siendo Hijo de Dios y del Hombre no vino a ser servido sino a servir
Cristo es el siervo del reino donde servir es reinar

La voluntad de servir al Padre se apresta,
Adolescente su carácter ha ostentado
Cristo en el Templo, por sus padres encontrado,
No es irónica su pregunta por respuesta.

Treinta años en familia la mayor encuesta
Del tiempo de su vida en que se ha ocultado
Hijo del carpintero, como le han llamado,
La vida pública y después la cruz a cuestas.

La voluntad del Padre siempre reconoce
Unido a Él, y a cuantas cosas le conoce
Siendo mente de Dios y su sabiduría.

El reino de los cielos, culto de latría,
Le exige Redención y gloria que porfía
Por el honor de Dios y la Creación que goce.
Es mi deber
Servir y honrar mi Padre
Hasta la muerte.
El triunfo de Cristo
Yo he vencido al mundo con mi muerte y mi resurrección
Quien cree en mí no muere para siempre

Soy Hijo natural de Dios, y Cristo es mi nombre,
Siendo Judío Yo soy el buen Samaritano
Y el hijo pródigo ante el Padre por cada hombre
Que amo como a mí mismo, de verdad mi hermano.

Camino, verdad y vida miro que me nombren
Redimo con mi sangre remedio soberano,
Me apropio los pecados del mundo, no se asombren,
Soy reo responsable de todo ser humano.

Por todos doy la vida y muero, soy fiel amigo,
Con los cielos abiertos del Todo poderoso
Resucito a la gloria venciendo al enemigo.

Vencer la muerte y el pecado es lo más hermoso
Y en verdad no muere quien cree en mí, Yo le invito
A creer siempre en mí, porque Yo le resucito.
Sangre de Cristo,
No el oro ni la plata
Nuestro rescate.
La Misión de Cristo
Siendo su juez
No vine a condenar sino a salvar el mundo

Mi verdad es que muero y resucito,
No es mi reino del mundo es de los cielos,
Salí del Padre Yo con sus anhelos
Eterna inmensidad del infinito.

Soy más que la Creación, su libro escrito,
Espíritu de amor de raudos vuelos
Divina intimidad de sus desvelos,
El triunfo de su gloria llevo inscrito.

Ofreciendo la paz al enemigo
Compartimos la misma intimidad
Existencia en esencia y unidad.

La verdad de su amor, mi eterno amigo,
Siendo el hijo de Dios soy fiel testigo,
Vivimos en la misma eternidad.
Resurrección
De la nueva Creación,
Misión de Cristo.
Pastor de su rebaño
El buen Pastor da su vida por sus ovejas muere y resucita
El redil de Cristo es la vida eterna

Cristo es el buen Pastor de su rebaño
No tan solo del pueblo de Israel,
La humanidad entera es de Emanuel
Que es el pueblo de Dios siempre de antaño.

Plenitud de la cumbre eterno hogaño
Eternidad del tiempo siempre en El,
Testifican Gabriel y san Miguel
Siglo veintiuno de hoy año por año.

Cristo muere y su muerte es infinita,
Tanto vale la vida del Cordero
Siendo el hijo de Dios, su mensajero.

Luz del mundo a los cielos resucita,
Sin piedad, le condujo al matadero
El mundo de tinieblas traicionero.
Entrega a Cristo
Con su amor que ama el mundo,
Dios que es eterno.
Plenitud de Dios y la Creación Cristo
Sabiduría de Dios estética divina
Elocuencia sublime y perfecta del no se que que queda balbuciendo

Plenitud de poder resuelve tantos menesteres
Luz viviente de luz es Dios de Dios todo alegría
Las entrañas de Dios, son fuente de sabiduría
E intimidad divina paternal en sus quehaceres.

Belleza espiritual divinizando sus quereres
Contempla eternamente y goza su fisonomía
Eterna inspiración que engendra y crea la poesía
Que es divina, sea por dentro o por fuera de los seres.

Cristo en plenitud cumbre humana y divina de poder
Pequeño esconde su grandeza, no tiene menester
Desprendido de todo, humilde y pobre hasta morir.

El amor y la paz del bien sumo en El, logra al hacer
Plenitud resucitar vida eterna y por vivir,
Gloria y vida de Dios la Creación invita a compartir.
Belleza plena,
Totalidad de ser
Que Cristo llena.
Mesías y Salvador Cristo
Mi Padre lo quiere y es mi Misión morir para resucitar
Salvar al mundo entero y entregarle la llave del reino de los cielos

Esta es la llave para abrir el reino de los cielos
Del dicho al hecho hay un gran trecho y se puede resolver,
Sin mí nada pueden hacer y en verdad es menester
Lo que van a lograr, es el mayor de mis anhelos.

Este es el verdadero amor de todos mis desvelos
Hacer siempre la voluntad de mi Padre, no puede ser
Sin mí, nadie puede cumplir como debe tal deber
De servirle con entrega total y el mayor celo.

Todos pueden conmigo siendo Yo su fortaleza
Porque el reino de los cielos requiere tal proeza
Que es el negarse a sí mismo en la cruz de la existencia.

Porque el reino de los cielos requiere tal violencia
Morir para resucitar es siempre necesario
Todo es posible para Dios, lo más extraordinario.
La Redención
El cáliz de la salvación
Lo bebo todo.
Divino sembrador Cristo
Ni el sol ni la lluvia del cielo vienen para nada sobre la tierra
Así la semilla de su Palabra germina para dar gloria a Dios en los cielos

Esperando su cosecha ser buena y bendecida
Salió el divino sembrador a sembrar su semilla,
La Palabra de Dios que es su divina maravilla
Y encontró la mejor tierra en la tierra prometida.

Y al brotar la cizaña como cosa maldecida
A la par con el trigo creciendo llega a la trilla,
Para entonces separarles decisión más sencilla
Cada cual yendo a su sitio la cosa bien servida.

Divino viñador que cuidas viñas y viveros
Y sabes distinguir el árbol bueno y verdadero
Del árbol malo con sus malos frutos dando nada.

Dichoso de beber escuchando el sonido de tu voz
El árbol bueno es como el justo y crece para Dios,
Y a la orilla de las aguas, da la fruta deseada.
La semilla
Divina maravilla,
Crece para Dios.
Petición a Cristo
Hazme misericordioso
Para obtener de ti misericordia

Tú que has hecho ver a los ciegos y hablar a los mudos
Y que dijiste al paralítico, levántate a andar
Se mi verdad, mi camino y mi vida para caminar,
Desáteme Señor de tantos miserables nudos.

Tú que prendido y desprendido en la cruz, desnudo
Diste tu vida al Padre salvando el mundo tanto amar,
Tú que moriste en la cruz para después resucitar
Ante la justicia divina, por piedad se mi escudo.

Tú que para la gloria haz renovado la Creación
Y todo el universo haz encendido en adoración,
Renuévame y enciéndeme para la vida eterna.

Por tu profunda herida de amor y tu resurrección,
Permíteme estar contigo la vida sempiterna
Y adorarte eternamente con todo el corazón.
Mis elegidos,
Tendrán misericordia
Si ellos la tienen.

Transparencia estética del reino

Transparencia estética del reino

Tratándose de la estética del reino de Dios enfatizamos que la economía del reino es su dimensión estética, esplendor de su belleza que es transparencia de la luz más pura.
No es ni lejana sombra de la gloria la de Bernini o la Sixtina por maravillosas que parezcan sugiriendo la belleza de Dios que es luz divina, siendo Cristo tan humano cual divino quien lo es floreciendo y madurando a plenitud en su bondad plena. Es la fruta sublime que madura con todas las riquezas que atesora su corazón, realidad superior a la razón aun en el mismo Dios que se identifica como amor eterno.
Y de la misma manera que el ser humano ha evolucionado en su economía como base de su subsistencia temporal y espacial también el plan de Dios evoluciona en sus perspectivas de los misterios del Cristianismo desde la Creación hasta la plenitud de gloria en la Revelación desarrollándose como historia de salvación hacia el florecimiento pleno del reino de Dios que es el paradigma del ser humano.
La conclusión de la economía derivando de sus premisas en la dinámica de su realización y viceversa no es en realidad círculo vicioso. Dios desde la eternidad de siempre distribuye en su íntima sociedad y con entrega total la riqueza del bien sumo en su vida divina. Es el punto de vista de Cristo al decir que lo primero es el reino de Dios y todo lo demás viene por añadidura. El, como enviado divino comprende que quien maravillosamente ha creado la humana naturaleza, determina hacernos participantes de la divina. Lo que para Dios no es un problema para el hombre lo es por mil razones en conflicto. Dentro de lo que somos y no somos y debemos ser, lo más grandioso después de este mensaje de Cristo viene a ser que somos su imagen y semejanza, capaces de conocer la verdad, amar el bien y decidir y elegir entre el bien y el mal con el uso de la humana y divina libertad. Y esta responsabilidad tiene la doble dimensión de lo personal de cada individuo y de su función social, tanto material como espiritual en el ámbito de la economía divina.
Después de los tantos siglos antes de Cristo y más de dos milenios después, la humanidad se ha convertido en un fenómeno de globalización universal. El fenómeno humano como sociedad ha parecido estar llegando al clímax de su integración total y requiere de la realización plena de una sana economía para su sobrevivencia temporal, espiritual y eterna. Si la humanidad se extingue de su existencia temporal no se hace posible más la continuidad del plan de Dios en el tiempo con su orientación y sus perspectivas a la eternidad.
Confiamos con absoluta certeza en la exquisita perfección de quien diseña en su esencia el perfil de lo bello que este momento sea el toque magistral del artista del hombre en su momento más grandioso del tiempo a la eternidad.

El reino de la economía
Es humana y divina material y espiritual
La economía de Dios

Es imagen de Dios el ser humano
Libertad y equidad en sociedad,
Dios existe por una eternidad
Y su ejemplo es perfecto y soberano.
Hijo del Padre enseña a sus hermanos
Cuanto ha visto en divina claridad
A la luz del amor, la caridad
Del sumo bien entre sus llenas manos.
Menesteres al hombre le acontecen,
Sea el orden responsable a su manera
Al Cesar lo que al Cesar le parece.
Y a Dios lo que es de Dios, le pertenece
Espíritu de amor y el alma entera,
Lo demás acontece como quiera.
Todo vendrá…
Consciente de su reino
Añadidura.
El ajuste de ser justo
La justicia social sí se puede y sí se debe y alcanza para todos
Distribuyendo conmutativamente siendo equitativa

Ven justicia social, real Cristianismo
La equidad y el trabajo es tu poder
Que el capital no debe corromper,
Tal corrompe también el comunismo.

Ven justicia social, se el humanismo
Que al ser humano le hace menester
Nadie debe quedarse sin comer,
Realidad que hace un recto socialismo.

Ven justicia social, bien material
Responsable del bien espiritual,
Haz el bien para bien del ser humano.

Ven justicia social dando la mano
De todo corazón a cada hermano,
Ven justica social al mundo real.
En sociedad,
Realidad del ideal
Justicia social.
Economía universal
Solo Dios es siempre ganar por ganar
El nunca pierde

El plan del universo es para todos
La economía gobierna el mundo entero
Y es global sea si quiero o no lo quiero,
Como El quiera, será de todos modos.

Avaricia es dinero hasta los codos
Del poder del dinero traicionero,
Dios hizo La Creación, fue sin dinero
Y es de todos el todo, sin sus lodos.

El reino hay que buscar de su justicia,
Lo demás viene por añadidura
Porque el juicio de Dios ve la cordura.

Las cosas como son parecen duras,
La justicia divina las madura
Mirando eternas todas sus delicias.
Al fin de cuentas,
Dios paga la jornada
Y arregla cuentas.
La actividad del reino
Tal cual le place le complace
Amando orando y trabajando en Dios

El hombre que ama a Dios lo tiene todo
Le sirve siempre con total empeño
Disfrutando el más noble desempeño,
No le importan riquezas ni sus lodos.

Le gusta complacer de todos modos,
No le importa sea grande o sea pequeño
Si es humilde o es grandioso su diseño,
Trabaja complaciente a su acomodo.

No discute jamás sus decisiones
Sujeto sin ningunas condiciones,
Persistente su determinación.

Ora siempre y se entrega a la oración
En busca de divina inspiración,
El hombre que ama a Dios sin proporciones.
El hombre ora
Igual como respira,
Dios se lo inspira.
Ciento por uno y vida eterna
Por el reino de Dios da cuanto tienes
Despréndete de todo y sígueme

El inmenso infinito no se poda
En el triángulo de la sabiduría,
Está en la cumbre de la poesía
Sangre de Cristo derramada toda.

Estética divina humana moda
Exactitud exacta, en armonía
De perfecta y eterna economía,
La belleza de Dios se gasta toda.

Se entrega hasta morir amor tan tierno
Divino amor, su economía toda,
Nada tiene que ver con el infierno.

Dios y hombre en su muerte da la vida
Siendo entrega total Dios sempiterno,
Y resucita con la misma herida.
Su transparencia
Divina economía,
El mismo Cristo.
En su esencia espiritual
Los caminos de la verdad se identifican
En la autenticidad de ser

Si es verdad en verdad Cristo divino
Y verdad la verdad del Cristianismo
Encontrarse en verdad con su destino
No le sirve al hipócrita cinismo.

No le sirve de amor divino abismo
A quien niega seguir por su camino
El de Cristo negándose a sí mismo
E inmortal reencarnar pleno en su sino.

Para integrarse a la inmortalidad
Es necesaria la autenticidad,
Tal se exige al hombre espiritual.

Realidad de la humana integridad
Logra en el hombre la fidelidad,
Su conciencia en el ser, Dios inmortal.
Autenticidad,
Esencia de verdad
Espiritual.
Economía del reino
Las riquezas de Dios superan la razón
Siendo el tesoro de su corazón

Con la sangre de Cristo, no oro y plata,
La maldad al infierno precipita
Y soberbia del odio que le irrita,
La libertad del hombre se desata.

Resucita a la vida amor que mata,
Vivir eternamente Dios le invita
A su vida divina e infinita
Vida eterna del hombre, nadie le ata.

Mano abierta el Creador y su ternura,
La economía del reino no es dinero
Señor del mundo vano y traicionero.

Dios, su reino en los cielos lo madura
Divina su riqueza, sin razón
Siendo el tesoro de su corazón.
Ante el pórtico,
Con los cielos la gloria
Cristo, el hombre.
La pureza del reino
Bien aventurados los limpios de corazón
Porque verán a Dios

El fruto bueno o malo en su sazón
Amor de Dios luciendo su ternura
El bien del mal discierne su luz pura
Claro y seguro como es su corazón.

Por eso existe la resurrección,
Necesaria en verdad tal conjetura
Afirma eterno amor y lo asegura
Y no hay lugar para contradicción.

Ver a Dios cara a cara y sin pecado
Como Ángeles de Dios que lo han hallado
Y mirándolo en El, en su existencia.

Rey del cielo y los cielos su vivencia,
¡Ven tesoro tan grande para el hombre
Sus riquezas, la gloria de su nombre!
La gloria es mía
Pero también es tuya
Siendo de Cristo.
Plenitud de la gloria
Irremisiblemente el plan de Dios

A Dios y a Cristo y a la eternidad
El bien hacer y el mal vencer les place,
Eterna libertad les satisface
Y el criterio intachable de verdad.

Se define en su eterna libertad
Al plantearse que se hace o se deshace,
Viendo el bien que es mejor y que complace
A justicia afianzada en su bondad.

Amor elige a quienes han amado
Y el reino de los cielos lo han logrado,
Dios glorifica su divinidad.

Cristo pleno perfecta claridad
Eligiendo a quienes ha salvado,
¡Glorifica también la humanidad!
Ninguna pena,
Lo divino y lo humano
La gloria plena.

La intimidad de Dios
Esplendor de la belleza de Dios es su reino
Y está dentro de nosotros

La intimidad divina es mundo interno
De Dios belleza la perfecta cosa
De los cielos la más esplendorosa
Y en su medio divino amor eterno.

Las tinieblas del mal en el averno
Satánica fealdad no más hermosa
Es sin fin la desgracia espantosa
Intimidad sin Dios todo el infierno.

Luz verdadera y saciedad divina
La excelsa plenitud de sus anhelos,
La intimidad de Dios ya sin recelos.

Victorioso el amor que no declina
El triunfo de su gloria que ilumina,
La intimidad de Dios, ¡reina en los cielos!
El reino de Dios,
Intimidad del alma
Y de la gloria.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Cristo profundidad del Cristianismo

Cristo profundidad del Cristianismo
Y de Dios en el Hombre


La dimensión espiritual de profundidad humana y divina trasciende en su axiología la dimensión del mundo físico y de la materia, a pesar de que su punto de partida es una analogía que se basa en ella ya que el mundo espiritual estrictamente no tiene dimensiones.
En la profundidad de Cristo el sentido del universo es el hombre hasta la intimidad de Dios. A través suyo no solo es posible sino debido compaginar la ciencia y la sabiduría, el espíritu y la materia, la física y la metafísica y la realidad híper - cósmica y divina a la que trasciende nuestra realidad en el cosmos. La verdad de la ciencia conduce a la sabiduría o pierde su sentido y esto acontece tanto en el mundo físico de la materia como en el de la metafísica y del espíritu. En su dimensión espiritual Dios mismo es la realidad en el tiempo de las cosas y en el hombre Cristo es esa realidad.
La naturaleza del conocimiento humano y su significado en el universo no tienen una explicación exhaustiva que dentro de sí despeje la presencia en claro oscuro de la luminosidad del misterio. Científicamente la interpretación de la conciencia es descrita únicamente como una función más de la actividad neuronal sin lograr explicar algunos de sus enigmas. El fenómeno de la conciencia en la frontera del universo cuántico hacia el discernimiento del mundo real y sus partículas elementales sugiere la presencia de un observador que tal vez sugiere a su vez la conciencia de Dios y la del hombre.
El monoteísmo en la cumbre de la Revelación es la apoteosis del reino de Dios que a la luz divina nos revela el misterio de la vida misma de Dios. Este misterio, el mayor tal vez del Cristianismo revelado por Cristo es el que en la teología cristiana como artículo de fe se denomina el misterio de la Trinidad. Cristo como testigo de la intimidad de la vida divina siendo como Dios ser de sus entrañas nos da a conocer su pre- existencia eterna anterior al tiempo y a la Creación en el contexto de su eternidad. A su vez el misterio de la redención que requiere su muerte y su resurrección gloriosa son el punto de partida y el principio de la nueva Creación.
En ella podemos contar con las puertas abiertas a la Mansión de la vida íntima de Dios siempre y cuando en el momento dado seamos contados entre sus elegidos. Es increíble pero cierto que Dios comparte por Cristo lo más profundo del abismo de su divinidad hasta la cumbre de su gloria.

El ser y sus entrañas
Brota infinito hasta la cumbre del ser
Cristo desde la profundidad de sus entrañas

Espíritu divino es soberano,
Superando su ser a la materia
Cuerpo y alma en el hombre es cosa seria,
Espíritu del hombre es ser humano.

Hombre y Dios Jesucristo es el camino
Y al hombre que se salva resucita
Porque amor inmortal de Dios le invita,
Espíritu de Dios es su destino.

Por la gloria infinita de su nombre
El universo existe para el hombre,
Espíritu de Dios, el mundo estalla.

Elocuente el silencio de su voz
Habla siempre el Espíritu de Dios,
Su Palabra divina nunca calla.
Oye su voz
Y estalla la materia
Que existe en Dios.
Intimidad de Dios
En El existe la eterna complacencia
Que en Cristo la comparte con el hombre

Espíritu y materia son la ciencia,
La Palabra divina es poesía
En la fuente de la sabiduría,
Observadores Dios y la conciencia.

El alma humana siente su presencia
Que le exige el culto de latría
El hombre espiritual no es fantasía
Y encuentra en Dios divina consistencia.

Recitando poemas del Salterio
Dilucida que el ser es un misterio
En presencia del Todopoderoso.

La plenitud del ser le hace dichoso
Plenamente a la luz del Evangelio
Al hombre espiritual, ¡maravilloso!
Sabiduría
Trasciende fantasías
Gozando a Dios.
Maravilla de Dios
La vida humana es una maravilla
Maravillosamente divina

Plan divino invitar toda la gente
Se expande o se contrae el universo,
Misterioso infinito ante la mente
Dentro el reino de Dios, en Cristo inmerso.

Al distinguirse en su profundidad
Luz eterna y amor incandescente
Divina dimensión su intimidad
Misterio de su ser, Cristo evidente.

Hasta el fondo de Dios se precipita,
Plan divino trasciende el mundo creado
Con todo el universo que ha triunfado.

Profundamente Cristo resucita
Y el mundo nuevo más que humanizado,
Eternamente lo ha divinizado.
¡Ven mundo creado,
Maravillosamente
Divinizado!
El Testigo de Dios
Un solo Dios y tres personas
Revelación divina en la humanidad de Cristo que es divina

Testigo Cristo del monoteísmo
Que el ser divino en su divinidad
Es uno solo integrado en su unidad,
Quien me ve mira al Padre en uno mismo.

Porque amor que les une es ese abismo
De perfecta absoluta intimidad
Y en su vida interior la inmensidad
Atesora ese amor sin espejismo.

Primordial a Creador y al mudo creado
Engendra el Padre al Hijo por amor
Siendo el Hijo eterno su engendrado.

El Santo de los santos es sagrado
Tres personas divinas en un Dios
Padre, Hijo y Espíritu de Amor.
Un solo Dios
En la vida divina
Y tres personas.
La Redención
A los ojos de Dios fue necesario para redimir
El que Cristo tuviera que morir para resucitar

Cristo es vida en la cumbre del dolor
Cuando muere en la cruz que merecemos,
La vida muere pero no el amor
Que inmortal resucita cual sabemos.

Vida eterna resurge en su esplendor
Venciendo al mal el bien como entendemos,
Dios le llena de gloria por su honor
Que es el triunfo inmortal que pretendemos.

Luz eterna se le quedó prendida
En su cuerpo apagado de tal suerte
A oscuras en las sombras de la muerte.

Espíritu que alienta y fuego fuerte
La luz del mundo que alumbró encendida,
Sintiendo en sí la fuente de la vida.
La cruz que es nuestra,
Se la adjudica Cristo
Y la hace suya.
Creador y Creación
Noche infinita frente al mar y el universo
Su silencio es grito del alma

Las olas son las voces de los mares
Silencio de la luz, hablan callados
Universos de cielos estrellados,
Canten salmos, oceánicos cantares.

Canta el alma lamentos y pesares
Se lamenta esperando el bien deseado
En la tierra el amor desesperado,
Dios en silencio y sus sagrados lares.

Los ángeles se ponen a cantar
Y nuestra alma a anhelar el infinito,
Su silencio en la noche, nuestro altar.

Ser todo en la Creación para adorar
Meditar que el silencio es resucito,
Y es el nombre de Dios lo que hay inscrito.
Creador Creación
Y noche universal,
Para adorar.
La Trinidad
Padre e Hijo en la unidad del ser divino
Unidos personalmente por Amor

Amor eterno en la divinidad
De los cielos divino regocijo
Nadie conoce al Padre sino el Hijo
Engendrado desde la eternidad.

Vida eterna de amor en unidad
La gloria de los cielos que bendijo
Desenredar la tierra de enredijo
Bondad y claridad de amor verdad.

Cuando muere y también resucitado
El Padre celestial da testimonio
De que Cristo es su Hijo bien amado.

Es herencia y divino patrimonio
Paternidad y filiación unidas,
Inseparables, lo que Dios más cuida.
Tal como es Dios
Divino uno y trino,
Cristo en nosotros.
La luz divina
Dios luz y vida que ilumina de amor
Los cielos y la tierra

Esta luz en la gota de rocío
No es del sol ni de todas las estrellas
Transparencia y mirar de cosas bellas
Más allá de las nubes en navío.

Luz eterna infinita en su cuantío
Más profunda y sin fondo toda ella
La intimidad de Dios su luz más bella
Brotando de Él, como divino río.

Esta luz alumbrando el infinito
Es presencia divina, luz y calma
Transparencia divina, toda el alma.

Es la eterna verdad perfecto escrito
Ser de amor y bondad al pecho inscrito,
La gota de agua el corazón en llama.
La luz divina
Creador y la Creación,
Todo ilumina.
La gloria del Reino
Dios al soberbio lo vomita y al humilde da su gracia
Y el amor y la gloria de su ser

¿Es grandeza del hombre ser soberbio?
Despreciando el que Dios es su Creador,
Más grandeza en verdad es ser humilde
Aceptando del todo al Salvador.

La soberbia del hombre es su mal nervio
Al portarse arrogante ante el Señor,
Servir a su Palabra, hasta la tilde
Le conviene al seguro servidor.

Dios vomita al soberbio y lo destruye
Si se humilla, le exalta y reconstruye
Ser humilde ante Dios, es ser un genio.

Humilde mansedumbre nos construye
No el nervio sin cerebro, sino ingenio,
Se trata de la gloria de su reino.
Venga tu reino,
Justicia, amor y paz,
La vida eterna.
Monoteísmo en la cumbre
Un solo Dios y su unidad inquebrantable y gloriosa
Uno en su divinidad trinitaria

Superior al error del panteísmo
Siendo el todo en todo y por todo
Resurrección en vez de polvo y lodo
La realidad de Dios, monoteísmo.

Cuerpo místico es del cristianismo
Cristo humano y divino en su acomodo
Creador y la creación son de tal modo
La realidad, divino misticismo.

Amor del Padre en su sabiduría
En la cumbre del ser, el ser divino
Cristo luz de esa gloria y su camino.

Monoteísmo en culto de latría
Panteísmo que no es idolatría,
Es plenitud del alma y su destino.
Un solo Dios
Distinto en tres personas,
En nuestras almas.
Divina herida
Eternamente el amor herido pero feliz
Con la salud eterna de la gloria

Es de Dios la profunda inmensidad
La de Cristo en profundo Cristianismo
De verdad y de amor el gran abismo
Es del hombre también su intimidad.

Connatural a la divinidad
Dios su Padre con El es uno mismo
Y en su ser diviniza el humanismo,
Por amor y en unión de eternidad.

Esperanza es el hombre celestial
En la gloria del cielo angelical,
Profundidad de Cristo vida eterna.

Y encumbrado en la cumbre sempiterna
Nos sublima en su cuerpo espiritual
Y en su herida de amor, ¡Cristo inmortal!
Amor herido
Lo cura solo Dios,
Su eterno nido.
Ojos de sabiduría
Mirando y escuchando la Creación
El ojo ve y el oído escucha a Dios

Partículas atómicas actuando
Bioquímica en acción que nos asombre,
Sabiduría almacena cada nombre
Las huellas que el cerebro va encontrando.

Neuronas del cerebro están hablando
Consciente la conciencia ve su nombre,
Cuanta ciencia de Dios descubre el hombre
Sabiduría divina trabajando.

La cuántica midiendo en su teoría,
La mente del Creador todo ilumina
Y es ciencia del saber sabiduría.

Sin teorías lo divino es energía
Y los hechos de Dios siempre adivinan
La evidencia cual es, ¡fuerza divina!
Viste azul cielo
Para mirar a Dios,
¡El alma humana!

miércoles, 17 de agosto de 2011

Evolución del ser y plenitud de la materia

La interpretación de la materia como evolución hacia nuestra realidad histórica a partir de la hipótesis cosmológica del estallar del universo no necesariamente repugna o contradice la tradición humano espiritual de orientación divina como revelación. Lo que la mente humana descubre en la naturaleza es susceptible de armonizar con las realidades superiores del mundo del espíritu, porque el espíritu de la materia y la materia del espíritu son un encuentro universal en el alma humana donde se realiza también el encuentro con Dios. Superior a las hipótesis y las teorías del hombre y más allá de la ciencia y su evidencia espacial y temporal existe la verdad suprema como estética de la razón práctica capaz de contemplar en la fe, la esperanza y el amor la belleza de Dios. El visita el alma humana, atraído por la fe, y viene al hombre quien por acción de fe contempla internamente la presencia de Dios.
La integración del hombre es imperativa totalmente o su desintegración total. El poder de la tecnología en sus manos puede reconstruir o destruir la vida humana en el planeta con proyecciones definitivas menospreciando el plan de Dios para que persista como continuidad de posibilidades el don de realizar una vida divina. Los valores de la axiología del espíritu y de la materia evolucionan en el ser humano con ambas trayectorias en su perspectiva con la gran disyuntiva de supervivencia o extinción.
La humanidad está por escribir su destino como poema de tragedia o como debe ser, el himno triunfal y una oda de alegría hacia la plenitud del amor y de la vida. Necesitamos poner en acción nuestra fuerza constructiva e inspirarnos en la intuición del Creador tan dentro de la materia misma como del alma humana plataforma inconmovible que nos afianza a la gran esperanza inquebrantable de unir los cielos y la tierra y lo divino con lo humano en los valores del ser. Abrir las alas hacia la plenitud inmortal del espíritu de Dios y la materia perenne llena de su gloria. No debemos hacer de la vida un bosquejo de la nada sino todo lo contrario, debemos respetar la vida desde su origen del nacer para vivir la vida misma que naciendo en nosotros debe trascender hasta el triunfo de su historia.
Nacemos para vivir a pesar de tener que morir, nuestro destino se proyecta hacia la felicidad a pesar también de sufrir tanta desdicha. Nacemos para ser libres a pesar de la esclavitud. Nacemos para la paz a pesar de nuestras guerras. Nacemos con derechos de igualdad a pesar de nuestros tropiezos y sus culpas. Nacemos para amar a pesar del odio que amarga nuestra vida. Nos entusiasma la esperanza en crecimiento como azahares de luz que se renuevan como estrellas de la inmensa lejanía que aunque se marchitan y se apagan renacen a la vida desde el fondo de nuestro ser. Nos desafía el imperativo categórico, debemos ser.



Visionario de Dios
La intimidad de Dios en los límites del universo
Es cumbre y el abismo insondable del ser divino
La divina visión nos ilumina
Y en el tiempo parece que vislumbra,
Que es la fe del amor que nos alumbra
La presencia de Dios, su faz divina.
La esperanza y la fe fueron su mina
Claro oscuro del tiempo en la penumbra
La misma eternidad que nos deslumbra
Amor eterno que jamás termina.
Cuando dentro del alma le encontramos
Nos entendemos con la eternidad,
No es teoría ni relatividad.
Le sentimos divino y necesario
Caminando con El mientras llegamos,
¡Mansión divina, todo su escenario!
De la eternidad,
Necesario absoluto
Es Dios eterno.


Evolución del Amor
Grandes aguas no ahogan el amor
Ni apagan su fuego feliz e incandescente

Espíritu de Dios es en el hombre
Corazón que palpita en la materia
Agua viva de luz divino el nombre
Y el rio del universo por su arteria.

La eternidad y el tiempo que se asombre
Del amor y la fe que andan de feria,
Y hace eterna verdad su sobrenombre
Ser hombre y Dios, en Cristo cosa seria.

Con todo el universo en su camino
Divina fe del corazón humano
Fraternidad de Cristo soberano.

El corazón de Dios puesto en su mano
Creador y la Creación ante su sino,
El amor, no discute su destino.
Enamorado
Halló su perla fina,
¡Amor amado!

La negación de Dios
Acontece al hombre negar a Dios
Y afirmarlo por gracia con mayor certeza

El necio según su mente excéntrica
Le dice al corazón que no hay un Dios,
Luz sin luz y la mirada tétrica
Cerrando a su oídos la gran voz.

Materia y superhombre, la física,
Evolución errática y atroz
La razón y su impureza crítica,
Errando el vuelo del error en pos.

Moral Pureza, y categórica
Realidad de la razón estética,
Trascendencia de fe y valor divino.

Fenómeno y el numen del camino
La Sustancia del ser, metafísica,
Dios y hombre afirmando su destino.
El hombre necio,
Por gracia rectifica
Y encuentra a Dios.

El Absoluto necesario
Amor que sin amor no puede nada
Y se aniquila todo o se realiza en todo amor necesidad de amar

El nos une a su ser y nos convoca
Regresa al punto de partida inverso
La inmensidad de todo el universo
Y nos besa en el beso de su boca.

Con su amor que divino no revoca
No extiende el universo más extenso
Su intimidad de amar, amor inmenso
La misma eternidad amando evoca.

Es Dios que existe en su divino centro
Persistente en su amor de intimidad,
Es corazón de su divinidad.

Si su reino en nosotros se haya dentro,
Nosotros, estaremos más adentro
En sus entrañas de la eternidad.
El alma humana
Y el Espíritu de Dios
En absoluto.

Fe en nuestro sino
Instinto humano y también divino
Como el de Cristo a su manera

Sabiéndole divino en sus expensas
El amor conyugal no es desdichado,
Uniendo el ser al ser uno integrado
Lo hace el corazón, y ni lo piensa.

Es cosa del amor ser cosa inmensa
Y se es feliz estando enamorado
Hacer sentirse bien al ser amado
Y no lo hace exigiendo recompensa.

Si entiendes bien lo que es naturaleza
Descubre que el amor es don divino
Sin poder encontrar mejor destino.

Que Dios existe en medio de tu sino
Compartiendo contigo su riqueza
Uniéndote a su amor con entereza.
Amor divino
El destino del alma,
Certeza plena.

Amor de Amistad
Benevolencia en el amor la divina amistad
Los caminos de su amor la eminencia de Dios vivo

Resucita el sepulcro, ¡oye Campania!
Cristo llama y le toma de la mano
Poderosa su Voz, Lázaro hermano,
¡Sal de allí y resucita hoy en Bethania!

Más blanca en su blancura no es Albania
Su divina amistad pura y humana
Del hermano querido y dos hermanas,
Los amigos de Cristo de Bethania.

Solo Cristo en el alma de Dios llena
De amor eterno y así es en Magdalena,
Divino Príncipe del reino celestial.

Y supera el amor angelical
Su cuerpo de materia espiritual
Nació de carne y de la gracia plena.
Es Dios y el hombre
La pureza divina,
¡Amor de Cristo!

Autenticidad del amor
El amor programa el plan de Dios
Autentico en sí mismo y en su amor al hombre

Dios eterna verdad del humanismo
Es autentico amor, sabiduría
De Amor sin egoísmo ni cinismo
Mucho menos de falsa hipocresía.

La bondad de los hechos es Dios mismo
Testifica en quien se hace profecía,
Si Cristo está presente el Cristianismo
Es cristiano en verdad, no fantasía.

Generosa bondad no se fatiga
Ni es estricta justicia que castiga,
Quien me sigue conmigo es mi testigo.

Quien se vence a sí mismo que me siga
Viniendo al Padre estará conmigo
Que el reino de los cielos le consigo.
El Padre bueno
De amor inmenso lleno,
Es entrega total.

Amor conyugal
Lo que Dios ha unido
No lo separa el hombre y madura en la unión con Dios

Es jardín que yo siento florecer
Y me miro en mi esposa como espejo
Mirándole feliz amor parejo
De amor carnal y espiritual placer.

Y a mí me siento rejuvenecer
Con labios de licor y vino añejo,
Con ella soy feliz en su reflejo
La intimidad del hombre y la mujer.

Sensualidad feliz acontecer
Sexualidad humanidad y ser,
Siempre aspiro a lo eterno femenino.

Con mi ser en lo eterno masculino
Sentir la eternidad me es menester,
Inspirado en divino amanecer.
Unión sublime
La eminencia de Dios,
Amor eterno.

La entrega del amor
La decisión de amar como entrega total
Es amor de verdad que afianza Dios

Si se logra en la cumbre del camino
La decisión de amar a Dios enlaza,
Nunca rompe ese abrazo en que El abraza
Y es triunfo del amor nuestro destino.

La libertad de amar es don divino
Si lujuria es amor siempre fracasa
Y muere pronto o se va de casa
Y el amor libre se hace libertino.

No debemos dejarnos fracasar
La libertad de amar logra triunfar
Con entrega total al ser amado.

El amor si es amor enamorado
No nos puede jamás abandonar
Debemos elegir eterno amar.
Si Dios se entrega
Debemos entregarnos,
Triunfa el amor.

El amor fiel
Felicidad del hombre y la mujer no en la pluralidad
Sino en la intimidad singular del amor fiel

Pretende el hombre, macho en su poder,
La que llega jamás puede sobrar
Ni aquella que se va llega a faltar,
Lo ignore o no, tal hace la mujer.

El honor, la mujer debe comprender,
Plena honradez de quien le quiere amar
La humana dignidad que exige honrar,
Es digno el hombre con este parecer.

No es verdad el amor si otro acontece
Con la moda de la promiscuidad,
A la bestia el hombre se parece.

El honor del amor que se envilece
Avergüenza a la humana dignidad
Corrompiendo la humana sociedad.
Desde el principio
Dios hizo hombre y mujer
Y el amor fiel.

La unión con Dios
Espíritu de Dios en la materia
Plenitud elocuente de Dios y del hombre

El triunfo del amor es inmortal,
Seremos en los cielos virginales
Como Ángeles de Dios angelicales,
En la gloria divina y celestial.

Materia espiritual no sufre el mal
Gozamos de placeres conyugales
Tanto carnales como espirituales,
Divinidad en Dios, hoy divinal.

El hombre ya no sufre de miseria
Y el tiempo fue una cosa transitoria,
La eternidad, es hora perentoria.

La dicha de ser Cristo real su nombre
Espíritu de Dios en la materia,
Realiza a plenitud ser Dios y hombre.
En la materia
El Espíritu de Dios,
Plena elocuencia.

Misterio del amor
Es la magia de Dios divino duende
El misterio de todo lo divino que El entiende

El hechizo de amor es un placer
Y divina inquietud que no desmalla
Es poder portentoso del destino
Infinito el amor, esa es su talla.

El hechizo del hombre y la mujer
Hechicero que hechiza la pantalla
No es hechizo de amor, es don divino
Que canta al corazón, jamás se calla.

Quien le quiera comprar es más que necio
Tan precioso el amor no tiene precio,
Solo el alma inmortal y soberana.

El hechizo de amor es una mina
Rematando preciosas joyas finas,
Es la perla de Dios, ¡y sólo El gana!
Más que un hechizo
El misterio de amor
Para El lo hizo.

El tesoro del reino
Haced riquezas con las del mundo
Y atesorad tesoros en los cielos

Los ángeles de Dios del cielo informan
No tiene orín el corazón sincero
Ni polilla el tesoro verdadero,
Que amor eterno todo lo reforma.

Amor a los demás a Dios conforma
En vida eterna como amor primero
Y es maravilla, imperecedero,
Los bienes de la tierra se transforman.

La Palabra de Dios tiene razón
Y atesora allí en su corazón,
Que hacer el bien a los demás es oro.

Dios comparte entonces su tesoro
De corazón sirviendo a los demás
Para vivir y revivir en paz.
Haz tu tesoro
Y sirve a los demás,
Como hace Dios.

Plenitud de la gloria
Irremisiblemente el plan de Dios

A Dios y a Cristo y a la eternidad
El bien hacer y el mal vencer les place,
Eterna libertad les satisface
Y el criterio intachable de verdad.

Se define en su eterna libertad
Al plantearse que se hace o se deshace,
Viendo el bien que es mejor y que complace
La justicia afianzando en la bondad.

Amor elige a quienes han amado
Y el reino de los cielos lo han logrado,
Dios glorifica su divinidad.

Cristo pleno perfecta claridad
Eligiendo a quienes ha salvado,
¡Glorifica también la humanidad!
Ninguna pena,
Lo divino y lo humano
La gloria plena.


La acción de Dios y su Palabra
Los cielos y la tierra pasarán pero no mi Palabra
Que es vida eterna

Espíritu del bien ser absoluto
La plenitud de amar, todo su ser,
Plenitud del perfecto acontecer
Y evolución de espíritu y materia.

La eternidad jamás está de luto
Necesidad de ser sin perecer,
Vida eterna es divina en su poder
Divino el corazón, feliz su arteria.

El bien y el mal y su revolución,
El Creador, la Creación, su evolución,
La eternidad y el tiempo y su proceso.

Y espíritu de Dios en todo eso,
La buena nueva y su revelación
Y el Salvador y su resurrección.
Existe Dios
Sus ángeles y el hombre,
Todo en su Voz.

Unidad en plenitud
Dios es solo uno y la plenitud de su gloria solo suya
Y en Cristo la comparte con los ángeles y el hombre

Es suyo el manantial, se lo apersona
Del profundo infinito en El inverso
Su amor eterno la verdad eterna,
Armonizando el bien uno y diverso.

Poema que es divino en prosa o en verso
La unión con Dios, su ser y su persona,
No se trata de unirse al universo
Divina intimidad, es su corona.

Los ángeles de Dios cantan su gloria
Más que estrellas que alumbra el firmamento,
Divina eternidad cada momento.

Vida eterna en el alma Dios contento
Su plenitud de ser Cristo en su aliento,
Dios y Hombre, eterno en su memoria.
Plenitud de ser
Gloriosa unión con Dios,
Dios y Hombre.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Vision del hombre fenómeno humano y alegoría divina

Catadura del alma y Trascendencia divina
Creación y evolución superior a los dogmas y la ciencia
Alma y Dios dialogando el universo

El corazón divino en la razón
Del poder de su amor en plena feria,
Ser feliz para Dios es cosa seria
Madurando cuanto hace a perfección.

En el centro del ser su corazón
Con su vida divina cuya arteria,
Alimenta hasta el alma la materia
Con su espíritu en toda la Creación.

Padre e Hijo eternos se conocen
De donde nace su revelación,
La Palabra de Dios, es su intuición.

La Creación en divina evolución
A todo el universo reconoce,
¡Cristo Verbo de Dios, resurrección!
Dios es el Alfa
Pidiendo que lo lean,
¡Gloria y Omega!
Catadura del alma
Aprender lo que sirve al hombre perder el mundo entero
Y ganar el alma

Descubrir en el alma sus anhelos
Militar de la vida aquí en la tierra
Perdiendo las batallas por la guerra,
Luchando por el reino de los cielos.

Divina libertad halla consuelo
Que espíritu del hombre no se aferra
No al oro de la jaula que le encierra,
Sí a abrir las alas y a emprender el vuelo.

Dejar el universo en travesía,
El éxtasis de amor no es fantasía
Que es más que el infinito en su momento.

El tiempo no la eternidad porfía
Desplegando la luz del pensamiento,
La vida eterna con el cien por ciento.
Gran hermosura
Que el alma aspira a Dios
En su estructura.
Visión de Vida eterna
Percibiendo al hombre fenómeno humano
Y alegoría divina

Evolución de paleontología
Soy el hombre de ayer en esa historia
Soy también su raíz, la prehistoria
Fenómeno de ser, filosofía.

Soy el hombre de la antropología
Plenitud de la vida en mi memoria
Resurrección de Cristo perentoria,
Poema de divina alegoría.

Soy el hombre de ayer y del mañana
Y el futuro de ser cada mañana,
La eternidad del tiempo en que maduro.

Poder de amar es fuerza soberana
Su alegoría es verdad, Cristo seguro,
La vida eterna existe y lo aseguro.
Visión eterna,
Presente del pasado
En mi futuro.
El don por excelencia
Debe ser el amor que supera todo
Por su inmensidad infinita donación de Dios al hombre

Providente el amor y su destino
Cristo el alfa y omega en su Palabra,
Los perros del infierno siempre ladran
Y la gloria de Dios logra su sino.

Dios trabaja en silencio el plan divino,
Del enviado perfecto el cuerpo labra
Con cincel salvador que le taladra
Y en secreto contempla sus caminos.

El cuerpo místico en su esplendor
Integra el tiempo y la eternidad,
El Cristo pleno en su divinidad.

La luz de la verdad no elige en vano
Cielo y tierra escogiendo el mismo plano,
Dios y hombre perfecto don de amor.
Todo es perfecto,
Superior en Dios mismo
Es el amor.
Los elegidos
A la orilla del tiempo la eternidad
La red del Pescador con sus elegidos

El divino poder se ha declarado
Ejércitos de Dios, perseguidores
Con san Miguel arcángel que ha triunfado,
Los ángeles de Dios con esplendores.

Satanás al infierno lo ha lanzado
Con todos cuantos sean sus seguidores,
Tal la gloria del cielo ha proclamado
¡Quien como Dios, se sirve con loores!

La humanidad de Job y el mundo entero,
Satanás tienta al mundo por dinero
Pero Cristo en su cruz nos ha salvado.

El soplar de su boca le aniquila,
Que al fin del mundo la maldad desfila
Y el Padre eterno lo ha glorificado.
Los elegidos
Del mundo redimido,
¡Triunfo de Cristo!
Salmodia y parodia
El límite de la maldad en el mundo
Será la plenitud del reino de Dios

En la humildad pequeña de mi verso
El alma canta a Dios esta parodia,
Las cuerdas del soneto mi salmodia
Al supremo Señor del universo.

Que el bien derrote al mal que le es adverso
Sembrando la cizaña y la discordia,
Triunfe amor al final y la concordia
Y el poder del Señor venza al perverso.

Reviva en todo el mundo su victoria,
Fortaleza de Dios, los redimidos,
Que levante también a los caídos.

Todo mundo en verdad no está perdido,
Vea el Príncipe de paz desde su gloria
Este siglo veintiuno en su memoria.
Haz tu voluntad
Venida de tu reino,
Príncipe de paz.
Destino divino
Nadie sabe del Padre sino el Hijo
Y a quienes quiera revelarlo

La humanidad conoce o desconoce
La existencia de Dios por tradición
Y también por la luz de la razón
O al revelarse, si le reconoce.

La humanidad por Cristo a Dios conoce
Hijo suyo, su mente y corazón
Divino rostro y su revelación
El es Dios con nosotros desde entonces.

La humanidad es el hombre en cada hombre
Herencia de tendencias, circunstancias
Y en sus entrañas las divinas ansias.

Letra es Cristo y Palabra de su nombre,
Humanidad con sed y con su instancia
Toda el hambre divina en su constancia.
A tal misterio
La humanidad aspira,
Dios su destino.
Ante la divina presencia
Las parábolas de Cristo lo proponen
El destino del hombre

Es milagro de Dios, no es imposible
La conducta del buen samaritano
Ni encontrar tanta fe entre los paganos,
Le maravilla a Cristo ser posible.

Testimonio de fe ante lo invisible
Pedir a Cristo generosa mano
Y abrir el Paraíso, soberano,
El buen ladrón pidiendo lo increíble.

Es el juicio de Dios y su criterio
Maravilla divina y gran misterio,
No hay quien no comparezca en su presencia.

Al fin de cuentas es su pertenencia
Y escudriña de todos la conciencia,
Juzgar la humanidad lo toma en serio.
Vivos y muertos
Ante el Padre celestial,
La humanidad.
Maravilla de Dios
Quien tenga oídos para oír que escuche
Quien tenga ojos para ver le mire

Presente al tiempo la Creación se asombra
Victoria de la luz, triunfa en su lucha,
Si ante los ojos la mirada es ducha
Agradezca al Creador bajo su sombra.

Si el hombre inventa a Dios o Dios al hombre
Blasfemia el hombre de inventarle es mucha,
Quien tenga oídos para oír escucha
Que es grito el universo de su nombre.

Siglo veintiuno, encuentra su presencia,
No destruyas el mundo en el que vives
Ni la tierra de Dios donde convives.

Oye su voz que grita en tu conciencia
Su evidente existir con elocuencia,
La eternidad de ser que en ti concibe.
Ve que te asombre
Dios es la vida eterna,
Oye su nombre.
Alimento del alma
Semilla de vida eterna su palabra
La intimidad de Dios en el alma

Nos parecen decir les asimilo
Tiernas aves, sus picos en la arena
Encuentran los insectos cosa buena
Y alimentan sus vidas a su estilo.

La serpiente y su fuerza portentosa
Tiernamente le dice soy tu asilo
Y la boa devora al cocodrilo,
Increíble amplitud pero es la cosa.

La intimidad de Dios nos dice invito
Y el alma se alimenta de infinito,
Su palabra nos sirve de sustento.

Su inmensidad de pan nuestro alimento
La semilla en verdad trigo exquisito
Es pan de eternidad y no es un mito.
Con su universo
La grandeza de Dios,
Dentro del alma.
Tras la conciencia de Dios
El Señor es Juez del universo y en su juicio
Exalta a los humildes y humilla a los soberbios

La paz de Cristo y el monoteísmo
Dios ha elegido y al Cristo de Israel
Para estar con nosotros Emanuel,
Divina paz, no acepta el terrorismo.

Brahmanismo no elige ni el Budismo
Ni a Zoroastro ni torres de Babel,
Es su triunfo el amor y amor es El
No guerras del Islam o el Cristianismo.

Divino Juez y la justicia El mismo,
Elige el bien no el mal, pleno derecho
Triunfa el bien sobre el mal ante los hechos.

No debemos juzgar con optimismo
Ni tampoco juzgar con pesimismo,
Con amor juzga Dios, lleno su pecho.
Amor de Dios
Exalta a los humildes,
No a los soberbios.
Plenitud de la gloria
Irremisiblemente el plan de Dios

A Dios y a Cristo y a la eternidad
El bien hacer y el mal vencer les place,
Eterna libertad les satisface
Y el criterio intachable de verdad.

Se define en su eterna libertad
Al plantearse que se hace o se deshace,
Viendo el bien que es mejor y que complace
La justicia afianzando en la bondad.

Amor elige a quienes han amado
Y el reino de los cielos lo han logrado,
Dios glorifica su divinidad.

Cristo pleno perfecta claridad
Eligiendo a quienes ha salvado,
¡Glorifica también la humanidad!
Ninguna pena,
Lo divino y lo humano
La gloria plena.

La Misión de Cristo
Quien a mi me recibe también recibirá al Padre que me envió
Y haremos allí nuestra morada

Cristo predica con la buena nueva
Eterno Paraíso y nuevo Edén
Lo mismo que el Creador de Adán y Eva
Al reino de los cielos dice ven.
Es Príncipe de paz, nació en Belén
De la Virgen María, en una cueva
De Israel capital, Jerusalén
De naciones del mundo que renueva.
El Mesías ha inventado su camino
La verdad y la vida del destino
Y de amor sin igual, la vida eterna.
Tres años publicó su testimonio
Y fiel al Padre derrotó al demonio
Prometiendo volver, tal como vino.
Aun no termina
La Misión de Cristo,
Va en el camino.



Por la justicia y la paz
Libertad justicia y providencia del destino
Abra el camino
Padre nuestro del hombre universal
El alma tu Palabra la alimenta
Pan de trigo con fuerza material
Lo sabes, necesita y se sustenta.
Padre nuestro bondad espiritual
Que alimentas el alma de contento
Haz justicia social del capital
Y que a nadie le falte su alimento.
Padre nuestro amigo de los pobres
Cuida al rico epulón que no le sobre,
Tu justicia social, haz providente.
La avaricia del rico no mal obre
Riqueza de tu mina, ve la gente,
Padre nuestro, la fuente justamente.
Dios providente
Misterio del destino,
Fe en el camino.




Utopía y realidad
No es utopía la realidad del ideal
Y la justicia social

No levanta la cara y la inclina
Incapaz de la paz y de la guerra
No decide en la lid sobre la tierra
Capital liberal, cuando declina.
Socialista Republica de China
Si la puerta América se cierra
Quebrado el capital hasta Inglaterra
El Dragón, se apodera de la mina.
Si justicia social abre la puerta
Suministra mejor la economía
Y el trabajo se pone en armonía.
Sagrada libertad si es cosa cierta
La justicia social, no es cosa muerta
Sea del rico y del pobre la alegría.
Del capital
Requiere lo esencial,
El ser humano.



Liberación universal
Libera el mundo creado ante el Creador
Cristo judío rey de las naciones y del universo:

Vistiendo desnudez su bella toga
Quien como Dios para decir lo mío,
Oro y plata se libra de la soga,
Liberación de Cristo, que es judío.
Ascético de más místico y yoga
De toda la Creación que se hace río,
Es Él quien debe ser y quien se arroga
La humana condición librar de líos.
Mayor que el Ganges el Nilo y Amazonas
Que todo el Misisipi y los demás,
Es Sagrado Jordán como el que más.
El río del universo Dios sazona
Con toda la Creación entre sus manos,
¡Dios, más que el universo mar y océanos!
Cristo y su mano
Divino el Paraíso,
¡Él lo rehízo!



Visión del hombre fenómeno humano y alegoría divina.
Es posible que la existencia del tiempo y del espacio y todo el universo existan en el contexto de la eternidad como plenitud de inmensidad infinita. La filosofía de la religión generalmente se convierte de filosofía en teología en cuanto que la razón preguntando a la fe humaniza lo divino. En el caso de los mitos orientales parece haber acontecido lo contrario. De manera que en historia de la filosofía existe el criterio según el cual los Vedas son considerados como premisas previas, preliminares ante la presencia de los grandes filósofos griegos, Sócrates, Platón y Aristóteles y su filosofía. Y en cuanto a poesía humana la experiencia del hombre expresando lo divino se convierte en poemas y cánticos de bella alegoría como acontece en los salmos de David y sobre todo en las parábolas de Cristo transparentes y sencillas como la luz y la música del alma.
La visión del pasado y el fenómeno humano son la inspiración de alguien que ha pretendido
de buena fe descubrir la armonía que sugieren las realidades y el sentido de la evolución de la materia y la creencia de un mundo creado. Creación y Evolución no necesariamente son ni contrarios ni contradictorios basados en el testimonio de la Paleontología que nos presenta una realidad progresiva en el acontecer progresivo y gradual a la vez dentro del tiempo en el que va apareciendo el fenómeno de la vida hasta llegar al hombre. Una presentación objetiva y científica de estas realidades no pretende dar un sentido teológico que no le pertenece a la Paleontología sino que propone que la afirmación de una realidad no es la negación de la otra sino que en verdad sugieren que se compaginan siendo una maravilla.
Este gran filósofo, sacerdote católico y religioso jesuita y gran paleontólogo del siglo XX es precisamente Pierre Teilhard de Chardin quien después de que fue censurado por el Vaticano por haber considerado su teología gnóstico panteista y evolucioista más tarde en este mismo siglo ha sido singularmente elogiado por el Papa Benedicto XVI quien le reconoce como gran pensador y original ideólogo sobre todo es elogiado interpretando la ortodoxia en su elogio de la liturgia cósmica.
Espíritu y materia el hombre expresa su experiencia existencial con la palabra humana cuya expresión de la realidad tiene siempre el perfume y el sabor lógico o poético de una analogía, aun más, puede tener la grandiosidad de una bella alegoría. Las grandes religiones de la historia han enriquecido la literatura y el testimonio grandioso de la historia en forma monumental también en forma arquitectónica o pictórica a más de otras formas del arte, no solo la de la arquitectura y la pintura de la palabra. La alegoría de Dios, de Cristo, de Buda y aun del mismo Mahoma viene siendo testimonio de esta realidad. Y la mente abierta del corazón humano y el respeto a los valores de todas las culturas nos invitan a apreciar en qué forma nos enriquecemos y nos integramos a la verdad absoluta que como realidad suprema es inagotable de expresión e inasequible en su perfección en un mundo no perfecto que aspira a la perfección.

Nosotros el Hombre
Espíritu y Materia.
Ella nos entra por todos los sentidos
Y la hacemos nuestra
Porque ella nos hace siempre suyos
Desde antes y después de aparecer o desaparecer
Aunque nosotros que hemos existido en su intimidad permanente
Estamos mucho más allá de sus cambios y los nuestros.
Ella y nosotros cambiamos y en nuestros cambios nos entendemos
Expresándonos por ella que se expresa por nosotros
Nosotros somos lo que importa en la materia
Y la materia importa por nosotros.

Con una mirada profunda la miramos
Y ella al mirarnos nos enseña
Y así al irnos mirando vamos aprendiendo
Que en materia de energía y en energía de materia
No se gana ni se pierde nada
Nosotros somos quienes ganamos o perdemos todo.
Percibimos en ella su equilibrio apoyada en sus leyes
Que paso a paso hemos descubierto
Entendiendo que es más lo que ignoramos
Contando en descubrir todas las leyes y hacerlas nuestra historia.

El intelecto de nuestro espíritu
Parece encontrarse con otro intelecto en ella
Y establecer un diálogo constante con el corazón espíritu de la materia.
Y allí nos gusta merodear con ella el espíritu suyo
Y también el nuestro que es la misma maravilla
La presencia mágica y la magia de su gran poder.
Tenemos una incógnita de su nacimiento
Y tal vez también de su posible exterminio.
Será que corre en líneas paralelas con nosotros
En eso a lo que en nuestro espíritu llamaos eternidad…
Evolución de la materia en la presencia del Creador
Siendo El su punto de partida y de llegada del Alfa hasta el Omega.