domingo, 29 de noviembre de 2009

Tripode y Navidad del 2009

Espiritualidad Navideña En Poesía

La belleza de la Navidad es indiscutible como fuente de inspiración en todas sus dimensiones humanas y divinas. En nuestro mundo de hoy corre el riesgo de desvirtuarse no solo en su mensaje sino tambien en su manifestasión autentica y artística de lo que esencial y exisistencialmente debe ser.No es justo celebrar tan grandioso acontecimiento enfatizando este evento singular como ocasión de interes comercial. La poesía y la espiritualidad son un abrazo de presencia vigorosa para celebrar.


Haiku navideño

Es Nochebuena
De estrellas, ¡Dios, rocío
De Navidad!


Un salmo de acción de gracias
Preludio de Navidad

Si aun morir es vivir, poder eterno
Mi destino eres Tú, ¡Dios sempiterno!
Inmenso el universo y tan pequeño
Porque el hombre es divino y es tu empeño.
Ven perfecta salud si estoy enfermo
Tú me puedes sanar, ven cuando duermo.
Siempre encuentre tu luz que es verdadera
Si la apagas, me miro en mi ceguera.
Cada mancha que existe en mi conciencia,
Me lava, transparente tu inocencia.
Si en el alma me visto de pobreza
Sé que entonces me llenas de riqueza.
Humilde y reverente en tu presencia
Me llena tu energía, tu existencia.
Presiento estar dentro de ti en tu templo,
Con pureza de fe, creo y te contemplo.
Te agradezco mi ser, ser sempiterno,
Divina saciedad, ¡oh Dios eterno!


En esta Navidad

Soneto

En esta Navidad nace a vivir
El Niño Dios que quiere un mundo bueno,
Y por eso en la cruz debe morir
Y al Demonio decirle serle ajeno.

El Niño Dios sonriente en su terreno
En esta Navidad quiere reír,
Luz y gracia en su pleno el mundo lleno
Sabe bien lo que tiene que sufrir.

El Niño Dios que nace de María
En esta Navidad nos da la vida,
Toda el alma inmortal y redimida.

El Niño Dios a todos nos convida
Y desborda en su paz nuestra alegría,
En esta Navidad, ¡eterno día!

Dios promesa de paz

Soneto

Silencio de la noche, Dios ha hablado
Cayendo en el pesebre las estrellas,
La Virgen y Jesús con todas ellas
Esta noche de paz y amor callado.

Viene al mundo que ve desesperado…
Pertinaz y empeñado en sus querellas
Amenaza entre rayos y centellas,
Ve que ignora la paz, sigue obstinado.

Dios que nace en Belén es increíble,
Infantil, su misión es imposible,
Todo puede el amor como veremos.

Dios visible, la paz del invisible,
Su palabra en silencio la entendemos
Si elegidos al reino nos sabemos,

Alegría del silencio

Soneto

El silencio elocuente y poderoso
Como barco divino en ti encalla,
Es Dios mismo diciendo lo que calla
Si lo escuchas, lo ves maravilloso.

El silencio es un sueño venturoso
Como esplendido sol que en ti estalla,
O es la noche infinita que desmalla
En tu piel y en tu ser esplendoroso.

El silencio que temes si te hiere,
Doble filo de espada te serena
Y te logra curar porque te quiere.

El silencio es Dios mismo que no muere,
Te acaricia y alegra el alma buena
Y te colma de paz, de gracia llena.


La inspiración

Soneto

Inspirada en su voz naturaleza
Sol y lluvia que a todos pertenece
Y en los campos del mundo reverdece,
Un poema es creación de la belleza.

Es suprema verdad de tal proeza
Ser poeta, los ojos se merece
Flor al viento la estrella que florece,
Superior a la fama y la riqueza.

Un poema es de todo el universo
Y todo el universo es un poema.
El silencio es de todos, todo un verso.

Fuego y luz en el alma, no nos quema
Callada inspiración, silencio terso
Con su lengua en la piel, ¡la voz suprema!


Belleza elocuente

Poetas y amantes de la poesía,
Nuestro vacío de nostalgia
Es la esperanza de nuestra plenitud

Soneto

Montaña de silencio es elegía
No el escombro de ruinas que enmohece,
Nostalgia de soneto que padece
Se convierte en oda de alegría.

Montaña de silencio el alma mía
Allí en mi intimidad rejuvenece
Que el arte de vivir jamás perece,
La belleza es divina poesía.

Montañas de silencio contundente
Siempre me habla de ti como un secreto,
El silencio es eterno y elocuente.

Montañas de silencio transparente
La oda y la elegía que respeto,
¡Silueta dibujada en un soneto!

Dios nuestra oración

Soneto

Cuando hablamos con Dios no imaginamos,
La gracia en oración, le hace presente
En el alma sin duda del creyente,
Si espíritu de fe lo profesamos.

Nos visita en verdad, si le llamamos
Palpita su presencia allí consciente,
El se allega a nosotros providente,
Es su vida interior lo que buscamos.

Lo que es vana ilusión se va del pozo
Contemplando al Todopoderoso,
Es éxtasis de amor aun la agonía.

Debe ser nuestra dicha su armonía,
Dios es agua divina, eterno gozo
Y el querer de su ser, ¡plena alegría!

La santidad de Dios

Soneto

Dios es bueno y bondad sin un defecto
Y eminente la norma y el camino,
La misma santidad del ser divino
Rectitud absoluta, el ser perfecto.

Realidad de verdad lo más concreto,
Claridad transparente su destino
Sin error la evidencia de su sino,
Es amor de amistad y eterno afecto.

Dentro y fuera es la luz nítido verso,
Contundente, repudia el mal perverso,
Huye sombra alejada que es delito.

Perfecta intimidad del infinito
Vive dentro de sí lo más bonito,
Hacia afuera,¡ es Creador del universo!


Divina soledad

Soneto

Contemplando el azul del infinito
Solo yo frente al mar, solo y las olas
No me siento yo solo estar a solas
Al sentirme con Dios, no estoy solito.

Se hace noche el azul poco a poquito
Y la noche lanzando barcarolas
Se deshoja de luz en sus corolas,
Estrellas silenciosas, calla un grito.

Con Dios mi soledad, ¿a quién extraña?
Toda la noche hasta el amanecer
No estoy solo jamás si me acompaña.

Esperando que vuelva a anochecer
Divina soledad, busco tu entraña,
¡Más que el cielo y el mar, tu íntimo ser!

Dios y la introspección del ser

Soneto

Las cosas no son Dios aunque está en ellas
Con su ser en el ser del universo,
Presente con su ausencia al mal perverso
Nada tiene que ver con sus querellas.

Dios eterno camina y deja huellas
A ritmo de huracán o viento terso,
De acuerdo a la medida de su verso
Mide tiempo y espacio y las estrellas.

Realidad del ideal y en su eminencia
Perfección de su máximo optimismo,
De raíz afianzado a su presencia.

Adentrándose en si donde es el mismo
Y en la cumbre del ser de su existencia
Dios es más en su ser, ¡divino abismo!

La amistad eterna

Soneto

Si en el alma penetra con dos filos
Doble filo el silencio con la espada
No permite que el alma este cansada,
La amistad, Dios no rompe ni sus hilos.

Pensando hacer de su mansión asilos
La eternidad se queda desolada,
Divina como Dios y enamorada
Tanto pesa el amor, eternos kilos.

Y al pesebre a nacer manda al Mesías
Visionarios Elías como Isaías,
Jesús cumple la Ley y los Profetas.

Las sandalias de amor lleva sujetas
Pero muere en la cruz sin agujetas,
Abriéndonos del cielo eternos días.