domingo, 29 de marzo de 2009

Sonetos a la Tierra

Prólogo


Amor e identidad sexual se integran y se derraman de la misma plenitud de Dios.
De manera similar la misma proyección acontece en la plenitud del Hombre.
Existen como dualismo de fuerzas tal vez de vidas paralelas que convergen.
El converger vital en su grado máximo es la más grande realidad.
Dios y hombre la vida humana y divina en la persona única de Cristo.
Paralelamente el macho y la hembra, Adán y Eva integrando al Hombre.
Ni el siglo veinte escrutando en la paleontología y buscando entre sus escombros
El origen humano, ni el siglo veintiuno haciéndolo con todo el universo superan a la fe.
Los días de la Creación y la Creación del hombre son insuperables.
Es su marco típico realidad y alegoría del drama de la vida humana por antonomasia.
Solamente la tierra es el Paraíso en el que consta la evidencia de la vida.
La humilde tierra el más excelso de los cuerpos celestes en el universo.
Lo que Dios oculta a los sabios de este mundo lo revela a sus pequeños.
Si Adán y Eva son tipo de la humanidad en la cumbre de su destino
El solo altísimo florece en la cúspide como apoteosis de lo humano y lo divino.
La tragedia y la exaltación de Cristo en la historia de su vida más allá
De los límites de la existencia humana brotando de la tierra.
El séptimo día persiste en la historia de la tierra por la paz.
Dios sigue viendo y bendiciendo todo como bueno.
Lo dijo y existió y siempre lo bendice:
“Esto Terra aeterna vita”

Sonetos a la Tierra

Esto Terra aeterna vita


El divino infinito con sus ansias
Te hizo el nudo de todas las galaxias,
Nace de ti como un eterno obligo
De todo el universo bello ombligo.

Madre tierra del lirio de los valles
Que florece de ti entre sus ventalles,
Rosa mística, dije y te bendigo
Se reina en mi jardín, ¡Yo te lo digo!

El que hace caminar constelaciones
Vive al paso de ti las estaciones,
Y trabaja, sudando por tus calles.

Muere en ti, lo mejor de sus detalles
Que todo lo renueva y resucita
Creador y la Creación, ¡aeterna vita!

sábado, 28 de marzo de 2009

Sonetos a la Tierra

Madre Tierra
Nos vamos para volver


Cuando ya me haya ido que me cubran
La sombras de la nada sin cenizas,
Y en los cielos estrellas que se apagan
Y olvido en las arenas de la playa.

El todo de la luz y sus sonrisas
Cuando llegue a volver que me descubran,
Sin borrar mi horizonte de luz clara
Ni la arena a mi paso haciendo ralla.

Cuando llegue a volver sea bella cosa
Madre tierra mujer maravillosa,
¡Deslumbrante la gloria, te ha vestido!

Sea feliz por haberme conocido
Cuando yo me haya ido, ve a mi esposa,
¡Mi presencia más fuerte que el olvido!

Sonetos a la Tierra

La espada de la Paz



No vengo por la paz, vengo a la Guerra
Arrancando cizaña de la tierra,
Alegrando la paz el bien se alegra,
Yo la arranco al final y no se hierra.

Persistente y celosa todo integra
La paciencia que no es mi suerte negra,
Por la fiesta de amor del Padre eterno
Soy plena libertad, sin el infierno.

Soy la guerra a morir resucitando
Por la gloria de Dios, la paz ganando
Desafío la del mundo, eterno soy.

Siendo paz en mi mismo yo me doy,
Divino mi momento, siempre es hoy,
¡Cielo en tierra de paz, paz madurando!

Sonetos a la Tierra

Inmortal la Tierra



Cataclismos según naturaleza
Te formaron y no los lamentaste,
Sabiendo que refinan tu pureza
Sin malicia, ¡tú nunca te quejaste!

Y agradeces a quien te beneficia
Demostrando el estar agradecida,
Distinguiendo a quien obra por malicia
Sabiendo que es creatura mal nacida.

Tus recursos son bienes naturales
Que acrecientan aquellos que te quieren,
La malicia es absurda y tantos males.

Absurdo de la muerte, ¿todos mueren?
¡Vive tierra!, que no se desesperen,
¡Resucita inmortal en tus anales!

Sonetos a la Tierra

Tierra de Paz



Siendo Dios yo cogiera mi compás
Y trazara mi círculo de paz,
Con mano poderosa y gran poder
Pensara que eso se hace menester.

No lo hiciera tal vez si fuera El
Aun seguro diciendo que soy cruel,
Dejase el mundo libertad que vibre
Sabiendo como yo la tierra libre.

Voz de Job por la paz oigo su timbre
Las cosas como Dios las miro claras
Y al ser humano, ¡que entienda su albedrío!

Al fin de cuentas cuando limpie el río
Cubismo de la tierra, paz las caras,
¡Nadie quiero que piense que me río!

Sonetos a la Tierra

Resentir maternal la Tierra


Te dicen que los mares son mas grandes,
Maternal gran verdad de las verdades,
Ignoran que tú eres recipiente
Madre de ellos de siempre y hoy reciente

Vida explayas y de eso eres consciente,
Con el cielo y la Tierra bien creciente.
Luceros en la arena reflejados
Luz construida en azul y sin nublados.

Eres vida tan grande cual presientes
De todo el universo la razón,
Más aun, eres alma y corazón.

Maternal tus entrañas, que mal sientes
Si hacen guerra tus hijos, es traición,
¡Siempre dando la vida, tal resientes!

Sonetos a la Tierra

El Arbol en la Tierra


Dame tierra el árbol de la vida
Donde encuentre también sabiduría,
Que descubra en verdad la analogía
De la eterna, que me es desconocida.

Fruto en flor y divina poesía
Es vida en plenitud y fe crecida,
Inmortal por el alma es entendida,
¡Muere el árbol más no su alegoría!

Lo divino eterno lo requiere,
Vive tierra y cumple la promesa
Siempre dando ese fruto que no muere.

Huellas de muerte todo el árbol hiere,
Uvas y trigo, fruta de la mesa
Paz del alma en el mundo, ¡oh gran proesa!

Sonetos a la Tierra

Tierra verde


Verdor de tierra que te quiero verde
Como verde esperanza, y no se pierde,
Agua y sol maravilla de verdor
Encendiendo ese verde en tu color

Esperanza de verde es un primor
Y avanzada creciente del amor,
Deslumbrando la tierra que se quiere
El verdor de ese amor que nunca muere.

Agua y sol que te mira y te acaricia,
Y se acuesta y penetra sin malicia
Cuando prende ese verde en tu matiz.

Verde Tierra pintada de raíz
Bella en verde, aun la verde cicatriz,
¡Tierra verde admirable, que delicia!

Sonetos a la Tierra

Bendita Tierra



Tu sonrisa infantil no jura en vano
Al de siempre, de ayer y de mañana,
Entrañas de mi ser madre y hermana,
Balbucir de ese nombre limpio y sano.

Con cielos estrellados en el llano,
Fecunda la mujer, no es tierra vana
Su flor de inmensidad, y el alma sana
De abismos y montañas sobre el plano.

¡Tierra!, eterno instante de nacer
Plenitudes en flor de acontecer,
La palabra increíble de mi verso.

Sobre todo palabra de mujer,
Huracán de parir y viento terso,
¡Gran poema, el mayor del universo!

Sonetos a la Tierra

Maldita Tierra



Exhausta de terror odias vivir
No lo puedes negar desesperada,
Que acabe de una vez, quieres morir
Y al fin ponerle fin, ¡gran desdichada!

Creyendo serlo todo siendo nada
No niegues lamentar haber parido,
Que estallando tu sangre en la granada
Es absurda certeza haber nacido.

Tierra maldita jura tu destino
Blasfemando que exista el ser divino,
¡Nadie puede explicarte tu desgracia!

Infiernos la esperanza pierde el tino
Dragones llenan con horror tu estancia,
¡El morir, es tal vez peor desatino!

Sonetos a la Tierra

Iniquidad de la Tierra


La ambición del dinero te penetra
Te barrena y te abusa en todos lados,
Te deshace y desgarra los costados,
Envenena tu ser, ¡es su alma tetra!

Escarbándote en busca de petróleo
Y de minas que guardan tus tesoros,
Con la sangre que brota de tus poros
Dibuja tu muerte, tinto el óleo.

Erosión y abandono tu desgracia
Estéril y sin vida y sin gracia,
Desiertos sin oasis, ¡gran miseria!

De tus quejas y gritos se hace feria,
Reciclable basura cosa seria.
Dios ausente, infierno y perspicacia.

Sonetos a la Tierra

Religiosa la Tierra



Religiones que el mundo ha escogido
Puede ser que la tierra ha bendecido,
En el siglo veintiuno no esté ausente
Cristo, Buda y Mahoma, su presente.


Pervirtiendo el mensaje conocido
Las mismas religiones lo han perdido,
Luna y cruz destruyéndose la gente
Y el buen Dios, del budismo subconsciente.

El amor a la tierra es verdadero
Si es sincera y autentica la ruta,
Siendo tal la verdad, será absoluta.

Engañosa verdad, mentira astuta,
Prometer es cumplir un yo te quiero,
¡Raíz y fruto, en plenitud no muero!

Sonetos a la Tierra

La belleza en la tierra



No se agota la tierra en su misterio
Si su eterna verdad se toma en serio,
Ser en el mundo lo es el universo
Mecida en sus entrañas, ¿qué es adverso?

Tal vez agota el cielo siendo el agro
Jesús que resucita, Dios milagro,
Destino de la fe cuyo criterio
Invita a resurgir, ¡canta el salterio!

Pan del cielo del trigo y de la paja
Por el bien de la tierra se trabaja,
Y le eleva a su ser el ser divino.

Si es eterno e inmortal en su destino
Quien le puede ofrecer mejor camino,
¡Es la perla de Dios, El quien le alhaja!

Sonetos a la Tierra

Agua en la Tierra


Cataratas del alma sean las dos
Derramando las aguas de su voz,
América y Canadá en Niágara Falls
De Argentina y Brasil el Iguazú.

Eternidad del pozo que es de Dios
No terror, agua pura no es atroz,
Paz del mundo caída venga en pos,
Tierra madre, da a luz, bella agua tú.

Platicando del reino de la paz
Otra vez junto al pozo con Jesús,
Agua viva de Dios que sacie al hombre.

Guerra y odio terrible en su disfraz
Son error de poder tras su antifaz,
¡Derramen cataratas, paz su nombre!

Sonetos a la Tierra

Orgullo de la Tierra


Coterránea de México, esa Tierra
Virreinato de ayer valles y sierra,
Presumo a mi país y hoy mexicana
Te presumo también como paisana.

Tal vez musa de Apolo gran Sor Juana
Poetiza en sonetos bella hermana,
Te agradezco ayudarme este cuarteto
Más de medio camino del soneto.

Recato de mujer de Nueva España
Y barroco vigor de letras bellas,
Trabajaron contigo ser doncellas.

Bello sexo en defensa hoy nada extraña
Confrontando a los hombres necia maña,
¡Y aquí el fin, tú persiste en las estrellas!

Sonetos a la Tierra

Trascendete la Tierra


El dilema de ser no puede ser
Una vez que en la tierra se ha nacido,
Imposible negar que haya existido
Libertad que es humano menester.

Libremente el destino en su poder
Es raíz que en el alma se ha nutrido,
Las entrañas del ser que lo han parido
Marcan ser y deber de hombre y mujer.

No es posible no ser, sea muerto o vivo
Cual reclama el poder imperativo,
¡El grito de la tierra es existir!

¡Responsable!, existe hasta morir
Sobre todo el misterio de vivir,
¡La respuesta, es al ser definitivo!

Sonetos a la Tierra

Paz real en tierra ideal


Una tierra sin Dios es Dios sin tierra
Con odio y sin amor, con todo en guerra,
A esperanza y a fe cerrando puertas
Con malas intenciones siempre abiertas.

Una tierra con Dios es todo amor
Haciendo bien y siempre en esplendor,
Con buenas intenciones bien despiertas
Los hechos, son de amores cosas ciertas.

Andar con Dios la cosa más sencilla
Abriendo los oídos a su voz,
El trigo sin cizaña, ¡buena trilla!

El mal ausente no hace ni cosquilla
Y uno solo en verdad aun siendo dos,
¡Dios del hombre, y el hombre para Dios!

Sonetos a la Tierra

Amar yacimiento de la tierra


Desperté con la pluma y el tintero
Tinta oscura y profundo yacimiento
La noche inagotable, el pensamiento,
Penetrando la tierra el universo.

No se agota la tinta en este verso
Que es más hondo que el mar querer amar
De la tierra profunda y de altamar,
Recipiente infinito el alma siento.

No acostado, camino en el estero
Con arena de estrellas mi tablero,
Jaque mate a la tierra, ¡sopla el viento!

Me dormí sin el sueño contener
Y soñé los ensueños de no ser,
¡Sino amar, con la tierra al caminar!

Sonetos a la Tierra

Mi querer en la tierra


Es la tierra de arena del estero
La orilla de mi ser que yo más quiero,
Ser juguete de amor y del destino
Siguiendo por la vida ese camino.

Caminando jamás me desespero
Preguntándole a mi alma lo que espero,
Si eso alcanzo, tal vez al entender
Se agotara infinito mi saber.

En silencio prefiero acontecer
Cada paso feliz, ser peregrino
Esperando sin duda el ser divino.

Amo el cielo y la tierra y no estoy lleno,
Pasa el tiempo en momentos y otro estreno,
¡Oh amor, la eternidad es tu terreno!

Sonetos a la Tierra

Siembra de amor

Alguien quien quiso darme la existencia
Puso todas la nubes en camino,
Esa voz, me sembraba su presencia,
Bajo lluvia en el suelo, mi destino.

Algo y alguien caminando vino
Diminuta en mis venas su experiencia,
Consciente más que Sol hoy, lo adivino
Despertando su voz en la conciencia.

¿Soy razón sin razón como la flor?
Si eso soy de seguro ha de saber
La inquietud que hay en mí de conocer.

Venga ya ese porque, el de nacer,
Desbordante de luz y de color,
No quiero marchitarme, ¡ven amor!

Sonetos a la Tierra

Dios me amarra y libertad


Ten confianza, me amarra tan distinto
Amarrándome Dios, todo su instinto,
Yo quiero liberarme de mí mismo
Siendo ajenas mis propias ataduras.

Yo quiero liberarme del abismo
Dios conmigo, cuidar resbaladuras
Arrancado mi ser del ser divino,
Yo no quiero tener ese destino.

Quiéreme Tú con todas tus entrañas
Siendo el único ser que no me engañas,
Sin ti me siento nada y peor que nada.

Quiéreme Tú con toda tu mirada
De todo tu poder mi alma aferrada
¡Quien como Tú, buen Dios, ve tus hazañas!

Sonetos a la Tierra

El triángulo de Dios

Su terreno siempre suyo
aun en la tierra del hombre


Cumbre del ser y de la perfección
Sujeta está a si mismo su existencia,
No hay ser que El no haya creado en la Creación
Sujeto en existir a su presencia.

Otros dioses serán idolatría
Inventados por equivocación,
Tal vez ángeles llenos de alegría
O demonios del mal y maldición.

Solo Dios es esencia en poesía
Y exigencia de culto de latría,
¡Manantial, Padre eterno dando a luz!

Maravilla es de Dios el ser Jesús
Y el amor, en persona allí en la cruz,
¡Y su Madre de manto, hiperdulía!

Sonetos a la Tierra

Ese amor si es amor

Si quiero ser de amor pleno optimismo
Sólo Dios llenará tan grande abismo
Olvidado del todo de mi mismo,
Plenitud, llena todo mi vacío.

Dios amor, por divino en ti confío
Siendo eterno, de ti siempre me fío,
Amor del fuego que calienta el frío
Sinaí en llama y puro Cristianismo.

Soy humano, amor me hace divino
Dios eterno, me anuda a su destino,
Me incorpora a su ser, uno con Cristo.

Miro a Dios como Dios, el nunca visto
Y divino, yo humano me revisto,
¡Dentro estoy de su piel, amor mi sino!

Sonetos a la Tierra

Absoluto en mi Fe

Soneto

Superior mi confianza a la tormenta
Tengo fe si tranquilo en ti te duermes,
Si tu sueño es soñar la mar serena
En el alma entre sueños aun me quieres.

Nada importan ni cielos derrumbados
Ni los vientos que estén desesperados,
Aunque duermas mi fe no te despierta
Fortaleza mi pecho y cosa cierta.

Tu poder siempre hará lo que prefieres
Por mi fe que al absurdo se parece,
Sea dormido o despierto, todo puedes.

Cielos, vientos y mares te obedecen,
Todo calla tu voz, nada perece,
Y aun durmiendo contigo, ¡mi fe crece!

Sonetos a la Tierra

Confianza

Hay quien pone la cosa en las estrellas
Yo confío en quien las hizo a todas ellas,
Si el asunto es saber sobre el destino
Sólo puede saberlo el ser divino.

Este don de la fe de lo que creo
Superior esperanza a mi deseo
Esperando ser Dios a quien yo veo,
Claro entiendo, tenerlo no merezco.

Es gran cosa saber que no perezco
Y en verdad sin saberlo, aun me ofrezco,
¡Oasis de confianza en el desierto!

La verdad es que Dios tan solo es cierto
Gran contrario mi ser, yo tan incierto,
¡Oh incierta incertidumbre y luz sin huellas!

Sonetos a la Tierra

Justicia en la tierra


Tierra buena de todos para todos
No la tierra de nadie ni esos lodos,
Sé que tú eres la tierra prometida
Justicia del ideal, darás real la vida.

Tierra buena ¿porque te traicionaron?
Tus riquezas del pobre se olvidaron,
En las manos del rico la ambición
Enmascara del hambre la traición.

Tierra buena, te parte el corazón
El saber tal absurdo sin razón,
Tú no tienes la culpa de estas cosas.

Tierra buena, serán maravillosas
Coronando sonrisas bellas rosas,
¡Hay justicia, y madura a la sazón!

Sonetos a la Tierra

Vestido en la Tierra

Tal cual vistes el alma así me visto
Blanca lana y en lino, viste Cristo,
A pesar de que cuelgue la sotana,
Visto así como, tu hábito, sor Juana.

Más arrecha que el hombre en condiciones
En tu siglo vistiendo pantalones,
Aparte de vestir con gran recato
Y estudiar como hiciste con acato.

Aun se visten tus campos en sonetos,
Si el tiempo cambia y no la eternidad,
Tus cuartetos, rimando la verdad.

La historia de la tierra y nuestros cuentos
Son la paz de la Tierra prometida,
¡Vistiendo en flor los cielos, nuestra vida!

Sonetos a la Tierra

Mi Bandera gran faena
(Yo la Tierra)

Soneto

Yo como toro de corrida buena
Y de casta y mejor ganadería,
Siempre hare de mi vida gran corrida,
Morir en Dios, lo quiero de embestida.

Siendo torero con la plaza llena
Toro y torero vibre poesía
Pases de gloria y gloria merecida,
¡Morir, mi muerte se convierta en vida!

Brava sangre y más brava mi nobleza
Siempre noble quietud en mi terreno,
Con gran temple embestido, en el ajeno.

Y de pie bajo el sol de mi entereza
Me embellezca arte arena, su grandeza,
¡Abanderado, como el toro bueno!

Sonetos a la Tierra

Corolario a la Tierra

Soneto

Orquesta del espacio en si bemol
Gran Hércules constelación del sol,
De la vida que es todo un gran milagro
Es la tierra homenaje y su santuario.

Espontanea en los campos sin control
O en el fondo del mar sin mirasol,
¡Madre tierra!, que pares en el agro
Bajo el surco semillas en rosario.

Tu pequeña grandeza, es un gran verso
De la vida que El hizo y hace en ti,
¡Vive Dios, lo mayor del universo!

Infantil tu cantar es do re mí
Que a la fecha, se vive solo aquí,
¡Consiente el hombre con el viento adverso!