martes, 4 de agosto de 2009

II.- Misterios de Luz

El Bautismo de Cristo

Soneto

En medio del Jordán te bautizaron
Tú dijiste que eso era necesario,
Mesías más que hombre extraordinario
Siendo el Hijo de Dios crucificaron.

A Juan por Precursor lo degollaron
Siendo el Reino de Dios su relicario,
Y a ti por ser su templo y su santuario,
El Cristo sin pecado, te mataron.

Espíritu y verdad llama al desierto
Sabiendo que en tres años estás muerto,
¡Flor de Dios es tu carne no marchita!

El ayuno tu Reino necesita
Sudar de sangre en la oración del huerto,
¡Pan de Dios, la Palabra resucita!


En la Boda de Caná

Soneto

El que entiende de bodas lo divino
A Caná con su Madre, Jesús vino,
La hora no llegada que lo vean
Aunque empieza el momento a que lo crean.

Ella dijo: mirad no tienen vino
Y Jesús se los dio, es su destino.
De agua seis metretas paladean
Del mejor de los vinos se recrean.

Así empezaron a creer en El,
Dios con nosotros, Mesías y Emanuel,
¡Milagro, por su reino y por su gremio!

Su Madre se ha empeñado en tal convenio
Con la bella manera de su ingenio,
¡El reina, y con la Virgen de Israel!


Transfiguración del Señor

Soneto

En el Monte Tabor se transfigura
Deslumbrante de luz, nieve y blancura,
Es Profeta de Dios, del Padre hablado
Con Elías y Moisés a cada lado.

Voz gloriosa de Dios que reestructura
Una nueva Creación, cada creatura,
Y atestigua del mundo ser salvado
El Padre a quien escucha el Hijo amado.

Bella ciudad la cumbre del Salterio
La justicia de Dios con su misterio,
Y el Príncipe de paz, ¡divina hazaña!

Al mundo le parece cosa extraña
Sufrir, morir, vivir con su criterio,
¡Oh, quien como Jesús que el Padre entraña!


El Anuncio del Reino

Soneto

Santidad en la tierra me consagro,
Semilla, trigo, viña y todo el agro.
El mundo que hizo Dios debe ser suyo,
Perdido, por soberbia y por orgullo.

Obediente a mi Padre a quien intuyo
De servir y reinar a nadie excluyo.
Doy la vida, el amor, mi cuerpo magro
En busca de la fe que es gran milagro.

Mandamiento que da el Padre, Yo lo doy,
Amar a todos, el mejor testigo
De triunfar y vencer al enemigo.

Si muero y resucito al Padre voy
Que hacer su voluntad es ser su amigo,
¡Espero a quien me siga, Yo allí estoy!


Eucaristía y Cena del Señor

Soneto

Por El y por ustedes Yo la doy
La vida de mi Padre, Yo lo soy.
En El la cumbre de mi Testamento
De amor eterno cual mi gran momento.

Mi cuerpo es pan de vida y alimento
Y el cáliz de mi sangre mi sustento.
Es verdad, Yo me voy y aun estoy
Siendo amigo de siempre, siempre es hoy.

Vivo y muero, inmortales sentimientos;
Yo soy la viña ustedes los sarmientos,
Soy el trigo maduro, pan, semilla.

Con ustedes mi mesa y mis momentos,
Para el Padre estoy listo, está la trilla,
¡Y muero y resucito, maravilla!

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