domingo, 30 de agosto de 2009

Colectando Trípticos en Poema

Atómico estrambote como Tríptico ante el mundo, y la Justicia social soneto como misión de paz.
Reflexión inicial.
Pertinente y tremenda reflexión sobre el estado actual del siglo veintiuno ante Dios y de Dios ante el estado del mundo se nos presenta en forma imperativa.
Es satánico el error de usar la ciencia para negar a Dios explícita o implícitamente. Más que mentira, esta blasfemia irresponsable contribuye a la pérdida de la conciencia de Dios. Con esta pérdida se pierde la responsabilidad y se destruyen los cimientos en la conciencia humana para colaborar efectivamente con el bien de la vida. No solamente tragedia aislada sino indescriptible tragedia sobre toda la vida humana y la misma humanidad que es lo mejor que en la tierra haya logrado el bien del universo.
Imponderable irresponsabilidad es el tratar de destruir la armonía del átomo organismo de la vida. La resistencia a la justicia social cimiento de la paz por una parte y la ambición absurda de poder en ciega competencia, propician el absurdo de esta amenaza. Diferente sería si los recursos de la capacidad humana instrumento de la Providencia se encausara con ingenio y creatividad a satisfacer las necesidades de la humanidad en lugar de explotarlo todo con ambición y poderío que crea la miseria, el terror y el horror que invade sobre todo a los más débiles y vulnerables en el mundo.
Es una gran satisfacción y singular orgullo presentar este primer Tríptico como inicio a una serie que se convierte en una colección de los mismos para mis lectores de Trípode.
Concluyo señalando que la Tecnología de nuestros días aplicando las leyes que ha descubierto la mente humana trata de elucubrar sobre el origen del Universo. La transformación correlativa de materia, trabajo y energía en el contexto de la astronomía midiendo años luz testifica galaxias y constelaciones que viven y mueren.
Definitivamente existimos en la constelación a la que sigue el Sol como estrella y corremos en la Tierra su mismo destino. Nuestra vida está medida por las leyes del espacio y del tiempo. Conscientes de ello consideramos una grave responsabilidad el respeto a la vida. Sin duda punto de partida dentro de la posible proyección de la existencia humana por el alma inmortal cuya base es más firme que la ciencia humana, esto sobre todo dentro del ámbito de la fe.





Atómico Estrambote
Soneto

Se hunde toda la vida y su navío
Sin ninguna esperanza de que brote,
Suicidio universal, sin pare el trote:
¡Terror, tragedia, irreversible lío!

No late corazón, ya ni le pesa
Muerte de guerra que la paz derrote
Estrambótico siglo en estrambote,
¡Mar de muerte y muerte en todo el río!

Ruin desgracia el hombre haber nacido
Desgraciando la tierra, ¿a eso ha venido?
¡Maldición, eso al caos le interesa!

¿Quién piensa al universo y que cabeza?
Ni vibra corazón que nada expresa,
¿Alguien puede encontrar a esto sentido?

¡Por supuesto que sí,
Satán de maravilla en vez del hombre,
Dios no existe, descubre el superhombre!


Más que estrambote al Siglo XXI

Soneto

Fue ayer, matar el Maya al vencedor,
Dar la vida orgulloso, fue su honor.
Doncellas enjoyadas, porque brote
Son lanzadas al agua del Cenote.
Honrar fue del azteca esos horrores
En su guerra florida, a vencedores
Abre el pecho, el corazón a un dios.

Ese culto de historia es un deporte
Aplaudido, aclamado, de hoy reporte,
La historia se repite, así es la tierra
Con el hombre al camino de la guerra.
El respeto a la vida no va en pos
Destrozando reliquias y santuarios,
Cuerpos, almas, destrozos arbitrarios.

Cual antigua sentencia a los cristianos;
Vil Caifás con Pilatos,
¡El hoy de aniquilar a los humanos!


Posible realidad

Soneto

Totalitarios, sus engaños sienten
Capitalismo y comunismo, ¡mienten!
La justicia social es la verdad
Equilibrio en servicio y equidad.

Los derechos humanos se presienten
Bien de todos, conscientes se consienten.
Cimentada en común necesidad
La economía es trabajo y dignidad.

Paz y bien las naciones por lograr
La justicia social es nuestro hogar,
Derecho y ley y en el orden libertad.

Ejercita el gobierno autoridad
Cada quien ocupando su lugar,
Lo mejor de la humana sociedad.


Este Tríptico considera que la pequeñez del Hombre es mayor que el Universo en su grandeza. El Universo no tiene un alma personal que lo hiciese consciente de sí mismo. Por eso la tierra viene a ser mayor que el Universo, por la mente del Hombre consciente en todas dimensiones de su infinita grandeza. El átomo construye el nido de la vida y la casa del Hombre. No puede haber secreto escondido que no se venga a convertir en objeto de la curiosidad humana. El encanto del Hombre es descubrirlos en las entrañas de la materia y del espíritu tratando de explayar en todas direcciones su sentido.

Pequeñez y su grandeza
Soneto

La Palabra de Dios en ella es verso
Y aparece la tierra con la vida,
Por pequeña y humilde es atrevida
Evolución de todo el universo.

Cosmogónica fuerza indefinida
Es inmenso equilibrio, ante el diverso
Infinito de seres tan disperso,
La energía en el cosmos repartida.

Es con gusto y vigor más que inefable
Sin medidas, Creador imponderable
Quien la forma, y transforma su color.

Tras la luz que ha inventado un gran amor
A la cumbre lo exalta formidable,
¡Algo y Alguien, divino en su esplendor!


El átomo y el nido

Soneto

El sentido común de los sentidos
Es el menos común de ser sentido,
Por favor, que este mundo este encendido,
Colores y la luz, no anden perdidos.

La tierra sea el más bello de los nidos
Reténgase en el alma y haga nido,
Deslumbrante, de todos conocido
Por amor permanezcan construidos.

Abeja de los átomos en casa
Construyan y hagan miel de su belleza
Que a los ojos de todos interesa.

Siempre ver, contemplar tanta grandeza,
¡Crece el fuego y la luz, jamás escasa
Libertad en la paz cuando se abraza!




Lo Divino en Secreto

Soneto

Amor divino del humano amante
Que la muerte de Dios sea gran Victoria,
Proclamando eterna su memoria
De su vida, milagro culminante.

El tiempo hacerse eterno y palpitante
En el tiempo sin tiempo de la gloria,
Es tan grande milagro cual la historia
Del Eterno, escondido cada instante.

Plenitud de vivir es ese reto
Cada instante escondido en su secreto,
En la mente de Dios tan conocido.

Tiempo eterno indiscreto en un soneto
Cristo dijo que solo allí es sabido,
Indiscreto con El, ¡al Padre ha oído!

Dios y las cosas vienen a ser la inspiración de este Tríptico.
El Hombre consciente de las cosas en torno a su existencia y su existencia misma las ve venir, las ve partir y al fin de cuentas todo pasa. La búsqueda de Dios en diferentes formas y palabras se concretiza en la fe cristiana como una intervención personal, histórica en el contexto de la humanidad y de cada persona. Dios está en todo y en El vivimos nos movemos y existimos. El sentido interior de su presencia perfuma el alma y la conciencia. El Cristo de la fe que hizo las entrañas invisibles de Dios el ser visibles las palpamos con el alma por el amor y la esperanza, trabajando por construir desde este mundo que pasa, edificamos lo inmortal e incorruptible del Reino.


Dios en las cosas

Soneto

Las cosas pasan y en momentos mueren
Y el tiempo que se va no se detiene,
El Eterno se asoma, a Misa viene
Y los cielos escogen lo que quieren.

Las cosas necesarias se requieren
Y el amor necesita lo que tiene,
Como Dios es amor todo lo obtiene,
Las cosas son así aunque se fueren.

Vida y muerte El es justo, Dios en Misa
Del tiempo que se va, lo más preciosa,
¡Cristo es Dios, resucita eterna rosa!

Luego asienta su pie que eterno pisa
Ni el tiempo ni el infierno le destroza,
¡Lo que siembra recoge, es bella cosa!



El Perfume de Dios

Soneto

Fue dolor del dolor, dolor humano
El amor por amor, fue amor divino
Y amor resucitó Dios soberano,
Dolor que lo mató fue su asesino.

Reparte pan de trigo cada mano
Triturando su cuerpo en su destino
Pisado en el lagar, Dios sobrehumano
Derrama el cáliz de su sangre en vino.

Muerto duerme su cuerpo sepultado
Después que Cristo ha muerto en el ocaso,
Prometió despertar, ¿prueba su caso?

Amor lo resucita, y no al acaso
La gloria en plenitud lo ha coronado,
¡Y es perfume divino derramado!


El Cristo de la fe

Soneto

El Cristo de la fe a quien concierna
Vida oculta, la pública y la eterna,
Las entrañas de Dios y de María
Padre y Madre y Amor, Sabiduría.

Más luz que el Universo Luz interna
La unión con Dios, el alma lo discierna,
Pan del alma a la mesa cada día
Es del cielo en la tierra Eucaristía.

Ofreciéndole a Dios lo que adoramos
El momento es eterno, a Dios unidos,
Hermanos, hijos de El reconocidos.

¡Gratitud por los dones recibidos
Tal momento de siempre recordamos
Cristo está con nosotros, celebramos!


Este Tríptico es una llamada. Abre mundo los ojos y ten fe.
Tríptico de la fe. Creer es la inmensidad de amar y la visión del Padre nuestro.
La fe es la capacidad de ver a Dios en el mundo como El lo ve y mayormente como nos ve a nosotros mismos.
Dios es un milagro en Cristo haciendo milagros que solamente pudo hacerlos para bien de aquellos en quienes encontraba la fe. Quien vive de fe garantiza la madurez que conquista la paz del alma.

Abre mundo los ojos y ten fe
Soneto

Bien de todos, la paz, no es de otro el predio
Todo mundo a la guerra en este asedio,
La torre del Castillo coronada
Y la perla secreta resguardada.

Ni izquierda ni derecha, todo en medio
La justicia social es el remedio,
Paz en la tierra existe, y es hallada
La virtud si es verdad, si es practicada.

Realidad personal, ideal que veo
Superior a ilusiones del deseo,
Tal tesoro al alma le enriquece.

Riqueza que en el mundo si acontece
Es feliz y sin dudas no perece,
¡Abre mundo los ojos, di eso creo!


Dios es inmensidad de amar
Soneto

Se siente el corazón vivo y palpita
Sintiendo el mar y el universo entero,
Con todos los pulmones lo recita
Azul del mar, inmenso amor y quiero.

El amor es allí tal pensamiento
Y lo sabe el más grande mandamiento,
Que en el fondo del alma grita escrito.

Somos manos, trabajo hasta que muero,
Como Cristo diciendo, resucito
Y es verdad, si su muerte fue un delito
Más verdad es su triunfo duradero.

Siempre vuelve a leer, mundo, te invita
La Palabra de Dios que resucita,
¡Oh divina visión del infinito!




Palpando al Inefable

Soneto

Pienso en El más allá del pensamiento,
Adoro a Dios, mi vida y poesía
Y razón de que exista el alma mía,
Vivir en su presencia, es un portento.

Despierta eternidad de la alegría
Y amor divino, siempre está contento,
Abisma mi conciencia y tal lo siento
Realidad de la ideal sabiduría.

Fuera de Él lo demás es deleznable,
Todo ve, y a Él se ve siendo invisible
Y es el único ser que es adorable.

Fe y amor hace a Dios más que posible,
Creo en El, y a pesar que es inefable
Ser en El con mi ser, ¡no es imposible!



Con este Tríptico celebro la fiesta de vivir como entreacto personal que es una fiesta como lo es la fiesta brava en bella alegoría.
Es Corrida de Otoño, lo es por madurar la dicha de nacer y crecer y jugarse lo mejor de quien se es, o se debe ser y hacer hasta morir y por la gloria. Yo alterno mano a mano con mi esposa. En busca de la paz con luz de luna, bajo el viento de la brisa. En la noche celebramos y cantamos la fortuna y nos divertimos jugando suertes y entretenimientos con la bella luna.

Corrida de Otoño
Soneto

Abren notas toriles plata en oro
Quinientos bellos kilos, sale el toro.
Derrotando en madera expectaciones
Una flecha, lanzando sus pitones.

Se acostumbra a la luz y mira el coro
Valiente rojo de cristiano y moro,
Levanta en su testuz generaciones
De nobleza, en busca de ovaciones.

Hombre y toro ritual, fuego hechicero
Y en los ojos abiertos todo el ruedo,
¡Se apaga el sol y enciende en el torero!

Deteniéndose el viento luce quedo
Y al ritmo de los cuernos dice quiero,
¡Oh encarnado clavel, divino enredo!


Alternando con la vida

Soneto

Nuestra Guerra es amar y es bella cosa
Mano a mano alternando con mi esposa
Mano a mano ante el toro de la vida
Toreamos hasta el fin de la corrida.

Evitando morir y la cogida
Cornadura al engaño está prendida
Gallardo pundonor luciendo hermosa
El donaire y la gracia primorosa.

Alternando vivir hasta la muerte
El honor y el valor, nos transfigura
Amor y gloria, cumbre de la suerte.

Cada quien en persona configura
De poder a poder, brega madura
¡Oh esperanza inmortal, amor más fuerte!


Luna de paz

Soneto

Lo que debe decirme no lo nombra
Y rehúye, y se esconde entre la sombra,
La espuma se me esfuma y ella a una
Por las charcas del mundo, tras la luna.

Yo la sigo hacia el mar por la laguna
Que adivine, leyendo mi fortuna,
Es gitana hechicera y no me asombra
Si coge el plenilunio y me renombra.

El baile de mis sueños va con ella
Danzando sobre el mar y el universo
A la luz de la luna de mi verso.

La luna me adivina cada estrella
De la noche lunar, bella como ella
Disfruto con mi esposa el viento terso.

Retorno a la reflexión profunda. Visión y dimensión en sonetos, trípticos en interacción.
Estética y poética del arte de la vida humana dentro del tiempo y del espacio universal. Destino inmortal del alma humana más allá del universo. Dimensiones de interioridad divina. Profecía de lo divino y lo eterno humano a través de Cristo. Dinámica de su Resurrección. Eucaristía mística y su Cuerpo místico. Bosquejos del Universo de Dios y su Mansión divina.


Cristo y la Barca

Soneto

Evitar la Creación le era posible
Y también evitar el Cristianismo,
Pero quiso retar el imposible
Y bajar de su cumbre hasta el abismo.

Aparte de su gran sabiduría
Libertad y el amor se hicieron lío
Y el amor, fue tragedia en poesía,
Para Él, que es divino poderío.

Bien eterno, lo hicieron mal eterno
Con el mal de demonios y el infierno,
Fuera de Él, es la cosa así de horrible.

No quisiste fallase tu optimismo
Y de allí lo divino, tu humanismo,
¡Cristo eterno y la barca sobre el río!


Contemplándose Dios

Soneto

Solo Tú, nadie más en tu Universo
Del bien en plenitud sin nada adverso,
Divina inmensidad y yacimiento
De respiro insondable, eterno aliento.

Paternidad en la cumbre del momento
Dios engendra su entraña y pensamiento,
Eterno amor uniendo a Dios, inverso
Sin la sombra del odio y del Perverso.

La cara deslumbrante de su faz
Disfruta el gozo de divina paz,
Real belleza de luz, Dios a colores.

Desbordando a sí mismo sus primores
Arco iris perfecto y sin disfraz,
Toda ideal realidad, ¡sus esplendores!




Hacia la Visión del Padre

Soneto

Padre nuestro que reinas en los cielos
Y en la tierra haz sembrado tu Palabra,
¡Tu voluntad!, haced la puerta se abra,
Obediencia, es cumplir de tus anhelos.

Noche y día con Cristo y sus desvelos
Con su amor sin el odio ni los celos,
Bebamos todo el cáliz a su mesa.

Si en el mundo nos haces y es adverso
Padre nuestro que has hecho el universo,
Danos fuerza hasta el fin, aunque nos pesa
Como a Cristo, su cruz nos interesa.

Compartido El y Tú, ¡oh eterno amigo!
Que El nos libre del mal, del enemigo
Al encuentro del reino que encabeza.


El Apocalipsis o Libro de la Revelación termina con el reclamo implorando el regreso de Cristo. El Creador que maravillosamente nos ha construido nuestra casa en este universo destructible nos abre las puertas de su Mansión y su nido. La fe contempla la intimidad del alma y la profundidad de Dios. Trasciende el poder de los mejores telescopios y microscopios del hombre. La inmensidad y el infinito de Dios es ese reino dentro de nosotros.

Dios y su nido

Soneto

Prometió regresar y está volviendo
Esperado según lo convenido,
No es en vano que Cristo haya venido,
Las señales parecen ir viniendo.

Mientras puedan cantar y hacer su nido
Seguirán muchas aves existiendo,
Y será cuando todo ande perdido
Que este mundo termina como entiendo.

El ave amante canta el ser divino
Aunque cruja total el universo,
¡En las alas eternas del destino!

Con vientos limpios sin el odio adverso
Cristo vuelve a ese nido del que vino,
¡Gloria a Dios como al hombre cada verso!


Mirar del Universo

Soneto

Inmensamente bella Poesía
Es la humildad de la Sabiduría.
Con mi cara hacia el cielo entre los Olmos
Admiro el Universo, todo el Cosmos.

Telescopio del alma mi instrumento
Dispara la mejor fotografía,
Fantasmas de la noche, ¡oh luz del día!

Aparato exterior al Macrocosmos
Microscopio interior al Microcosmos,
Maravillas de Dios, mi pensamiento
Apuntando a la luz mi entendimiento.

Con todo el universo bajo el Viento
Claroscuro color, ¡Dios infinito,
Inmensamente grande o pequeñito!




Realidad soberana

Soneto

Oro el tiempo y tesoro, aprendizaje
La experiencia de Dios precisa y cierta,
Realidad soberana está a la puerta
La razón de vivir termina el viaje.

Es la muerte el espejo de la vida
Con el alma inmortal y su equipaje,
Si la imagen se va no su mensaje,
Eterna la verdad establecida.

Libertad, sino y gracia que discierno,
Hambre y sed, saciedad del ser divino
Peregrina hacia el cielo o el infierno.

¡Ven quietud con la paz de amor eterno
Donde todo termina su camino,
Realidad soberana en mi destino!

Dar gracias en acción de gracias del hombre y de Cristo Eucaristía.


Gratitud por la fe

Soneto

Tienen algo de eterno y de divino
Los momentos que son inolvidables,
Profundo en mis raíces inefables
Soy alegre embriagando el mismo vino.

Fe y confianza, timón de mi destino,
Siendo adversos les hago favorables
Navegando los vientos formidables,
La adversidad manejo y adivino.

Humilde creo en mí y me fortalezco
De todo el universo y su energía,
Dios bien dentro de mí, ¡es mi alegría!

Es mi orgullo y me da sabiduría
Sincero el corazón, todo lo ofrezco,
¡Y El me llena de paz y de armonía!




No imposible absoluto Dios

Soneto

Ser feliz pude ser que sea verdad
Substancia de mi ser y el alma mía,
Ven a mí, instante de esa eternidad
Ideal de mi sustento y alegría.

No puedes ser tan solo fantasía,
¿En dónde estáis si estás felicidad?
No ilusión de ser Dios y alegoría,
¡Presencia de ese ideal tu realidad!

Plenitud del amor que siempre dura
Solo amor es feliz si amor perdura,
Felicidad, jamás es contingente.

Necesito no ser por accidente
Si el amor me figura y transfigura,
Presiento a Dios en mi, ¡oh real presente!


Tiempo de eternidad
(Poesía, teología y eucaristía)

Cántico

Pasado futuro el porvenir
En su cena, ¡muere!
Uno y otro presente eterno quiere
Ser misa al existir.

La vida es vida y la muerte es muerte
Pero no para Dios,
Su eterno amor les hizo de otra suerte
Ser una entre las dos.

Amor eterno de la eternidad
Nunca muere jamás,
Vida eterna sí y con toda la verdad
Tres días y nada más.

Nace en misa muriendo en cada cita
Cual le exige su amor,
Glorioso, del sepulcro resucita,
¡La gloria de su honor!



El Tríptico crece en el Retablo. Puede llenar todo el Templo del Universo en divina y humana alegoría. La línea delineando la belleza. Puede ser el trazo recto del arte clásico o la inquietud de la línea del barroco. Puede ser infinidad de creaciones y modalidades diversas inspiradas al espíritu creativo del alma humana atestiguándolo la historia del arte y la belleza.
La arquitectura de la Poesía refleja la diversidad de la estructura del alma con divina inquietud en búsqueda de Dios. El Dios de la belleza es el esplendor en el orden que al fin de cuentas es la figura de Dios cuya fisonomía es superior a las facultades perceptivas del hombre. A Dios nadie lo vio jamás en la plenitud de su ser en este mundo. Aspirar a la Visión divina es el sentido de la existencia humana a partir de la Resurrección de Cristo. La espiritualidad en el arte implícita o explícitamente oculta o manifiesta la pasión del alma humana como aspiración de tal destino. En resumen, me refiero a estas consideraciones para finalizar con la presentación de los siguientes sonetos como un retablo que alude a la expresión de dichas inquietudes del alma que es un templo de Dios mayor que el Universo.



Creciente realidad

Soneto

Creo el amor inmortal y nunca muero
Curándome en salud y eso prefiero,
Cual rosa y quien, cortando se llevó,
Mi corazón herido, a nadie vio.

Ven a mi realidad de amor sincero
Que ilusión de una flor no es lo que quiero,
El ideal de existir no terminó
Nadie puede decir, todo acabó.

Vivir como ilusión tal vez perece,
La existencia invisible permanece
Misterioso secreto en realidad.

¡Oh amor eterno que del alma crece,
No es ficción florecer de la verdad
Ni marchito rosal de vanidad!



La luz de la verdad

Soneto

Si es verdad la verdad del universo
Más verdad el Espíritu de Dios,
En el alma viviente y en los dos
No el papel ni la pluma de mi verso.

Fea mentira es que triunfe el mal adverso
Apagando el encanto de su voz,
Ni maldad extermina ni odio atroz
Sobre el bien las tinieblas del perverso.

Tal conciencia es consciente necedad
El decir la mentira a la verdad:
Yo soy verdad y tú eres la mentira.

Inmortal vive el alma en que se inspira
La evidencia de luz que Dios respira,
¡Gran respiro es su eterna claridad!


El triunfo de la vida

Soneto

Es el triunfo del alma, libertad,
Más que muerte y fracaso con su herrumbre,
Alumbrando la luz de la verdad
Es virtud que ha llegado hasta la cumbre.

Vida eterna, esa vida que deslumbre,
Vanidad bajo el sol no es vanidad
Si la hoguera se apaga y no la lumbre,
Luz se enciende en divina claridad.

Si el cuerpo se marchita y se elimina
La virtud asegura el porvenir,
Cuando todo parece que termina.

Ser persona no deja de vivir
Ni el alma frente a Dios que la ilumina,
¡Inmortal, lo mortal debe existir!


Un puente en la ruta
(Hacia Dios)

Soneto

Divinidad eterna y su visión
Transparencia de Dios no es ilusión,
La presencia divina es más consciente
Mucho más que el más hondo subconsciente.

Su ausencia no es verdad y está presente,
Poder que puede verlo cada mente
Y el amor inmortal, tiene razón
Palpitante al sentirlo el corazón.

Ve la luz de la fe y no se inmuta
Es un puente morir, por siempre vivo
El ideal de vivir marca la ruta.

Absoluto al amar a Dios recibo,
Vivir, morir, es todo relativo,
¡Necesaria existencia es absoluta!

Sin nostalgia de la Luna
Soneto

Noche oscura del alma cual ninguna
Dios me extiende los brazos y me acuna,
No me inunda, me arrulla sin esfuerzo
Y acaricia mi piel su canto terso.

Sopla viento interior divino cierzo
Superior a la paz del universo,
No galaxias de estrellas mi fortuna
Ni tampoco nostalgia de la luna.

La misma claridad luz de su seno
Su palabra de honor, del ser divino
El amor tan tranquilo y tan sereno.

Hasta el fondo del alma lo imagino
En mi ser, y lo encuentro ser mi sino,
¡Oh abismo de bondad, precioso y bueno!


Carácter de Cristo

Soneto

Pureza el paño de su ser divino
Blanca blancura Dios, el mismo lino
Viste el alma de púrpura encendida
Amor eterno que le da la vida.

Cristo reencarna como pan y vino
Para darse en el cáliz del destino,
Repartiendo su cuerpo y su bebida
Departe su existir y su partida.

Muere el cuerpo del alma desunido,
Lo divino, persiste siempre unido,
La Creación se renueva, ¡oh poesía!

Muere y revive en culto de latría
Y acción de gracias, es Eucaristía,
Perfecto, ¡el universo redimido!




Secreto de la paz

Soneto

El precio de existir inmenso crece
Si abriendo el alma el corazón florece,
Y sucede del bello florecer
Primavera en otoño al merecer.

Haz el bien que jamás desaparece
Cuyo fruto es la paz cuando aparece,
Humanismo inmortal no es perecer,
¡Ven amor, nunca dejes de crecer!

Más allá de este mundo hay que gritar
Que el valor inmortal de la existencia
Es el grito del alma en la conciencia.

¡Dios eterno, descubre tu presencia
El grito de la paz por escuchar,
Lo imposible, posible de lograr!




Lo Divino en Secreto

Soneto

Amor divino del humano amante
Que la muerte de Dios sea gran Victoria,
Proclamando eterna su memoria
De su vida, milagro culminante.

El tiempo hacerse eterno y palpitante
En el tiempo sin tiempo de la gloria,
Es tan grande milagro cual la historia
Del Eterno, escondido cada instante.

Plenitud de vivir es ese reto
Cada instante escondido en su secreto,
En la mente de Dios tan conocido.

Tiempo eterno indiscreto en un soneto
Cristo dijo que solo allí es sabido,
Indiscreto con El, ¡al Padre ha oído!




La Gloria de Cristo

Soneto

El alma unida a la divinidad
Amor divino y una eternidad,
Cuerpo de Cristo templo y catedral
Transparencia del Padre y su vitral.

Es la gloria de Dios, su intimidad,
Su luz que prende eterna claridad
Renaciendo en la tumba por señal,
Su cuerpo incorruptible y fue mortal.

Más que humana armonía en el universo
El mismo Dios con su mayor esfuerzo,
¡Impecable en la cumbre de la historia!

Lo es el hijo del hombre con su gloria
Epopeya de Dios y eterno verso,
¡Más divina que humana su victoria!




Bosquejo de Cristo
(Sobre el Reino)

Soneto

Pertenece al hombre limpio y sano
El Reino de los cielos mano a mano
Por la gracia de Dios y Cristo hermano,
Es la nueva Creación que hace el Creador.

¡Oh nuevo amanecer, llega temprano,
Resucita con Cristo Salvador
Hecho el Hijo de Dios y de su honor,
De toda la Creación más que el mayor!

Mano a mano eterno resplandece
Como al Padre y al Hijo le parece
Su rostro, el del amor entre los dos.

¡Oh Adán de la Creación que a Dios merece
Con su gloria divina siempre en pos,
Padre, Hijo y Espíritu de Dios!



A fuerza del destino

Soneto

Consciente de sí mismo y su conciencia
Necesario en su ser se transfigura
La verdad en persona plena y pura
De su ser plenitud, Dios evidencia.

Eminente es su ser y su presencia
Que absoluta conforma su figura
Como lo es en sí mismo, y se estructura
Perfecta realidad en su existencia.

Goza y disfruta su entretenimiento
Revestido de amor cada momento,
Eterno, ¡se entreteje y se refina!

Ve y entiende su propio entendimiento
Pensando amor su inagotable mina,
Y se une el Hombre a Dios, ¡fuerza divina!


Filosofía de la Fe

Soneto

El divino existir es su destino
La sustancia de ser, la vida eterna
Que es eterna en su ser como mancuerna
A la esencia del ser, su ser divino.

No es uva en el lagar que se hace vino
Cristo dijo saberlo; es una terna,
Fe y Amor de Verdad, que se discierna,
No es causa ni es efecto de su sino.

Y el alma entiende a Dios símbolo externo
Fuego es lumbre y divina certidumbre,
Visión de la penumbra, oído interno.

La divina intuición, su ser me alumbre
Luz de fe superior a la costumbre,
¡Oh experiencia del Ser, oh Amor eterno!


La Perla de Dios

Soneto

Su secreto palpita el Universo,
Se viste la Creación y en el reverso
Hacia dentro de sí jamás perece,
Dios es vida interior que eterna crece.

Condena la maldad del mal adverso
Y El es juez y sentencia del perverso,
La divina bondad le pertenece
Su belleza de ser allí acontece.

Desborda plenitud lleno de gracia
Y hace el alma inmortal, del ser divino,
Su Perla más preciosa nuestro sino.

Camina a la Verdad quien viene hacia
Mí, conmigo, no tema la desgracia,
¡Nos dice con amor, soy su destino!


Permanencia en la cumbre

Soneto

Rotar la Tierra es su proceder,
E informan los sentidos algo inverso
A toda la verdad del Universo,
No es el Sol el que sale a amanecer.

Infinito el pequeño acontecer
No es victoria que cante el mal perverso,
El poema del ser, sueña mi verso
Extendiéndose inmenso para ser.

Ante el alma que entiende y se enriquece
La Visión del Creador es contundente,
Y el mar del universo empequeñece.

Visible, lo invisible ve la mente
Galáxica inmortal que no perece,
¡En la cumbre del ser, Dios permanece!


Dios Alma y Universo

Soneto

El se pone a jugar, ve el Universo
El poder de su mente sin un grito
Se convierte del juego en un perito
Sabiendo que su ser es siempre inverso.

Inmensa inmensidad, todo El inmerso
Juega tiempo y espacio al infinito
Como juego en mis versos con mi escrito,
El amor, Dios lo juega sin esfuerzo.

Eclipsándolo todo oscuridad
Es amor la más real necesidad,
¡Galaxias que salpican de alegría!

Mar y oleaje del ser, sabiduría,
Fuego y sol navegando eternidad,
¡Solo Dios para el alma es Poesía!


Mar y Viento

Soneto

Lo mismo que a huracán y desconciertos
Desenrollado después de que me enrolas
Contigo digo a mí no estoy a solas,
Yo presiento y respondo a tus aciertos.

Caminos de los vientos tan inciertos
Me siento ser rosal con mis corolas
En rosas infinitas de mis olas,
¡Puertos, la rosa los señala ciertos!

Del lejano horizonte hasta la playa
Me muevo sin cesar y lo celebro
Al control o sin él, de tu cerebro.

Soy furioso desastre y todo quiebro
Escuchando ese grito, ¡que me valla,
Bajo el viento lo sé, soy un mal halla!

Y en verdad no lo soy,
Siendo el poder de la naturaleza
Que no es buena ni mala en su pureza.


El poema del hombre

Soneto

El poema del alba es cada hombre
Macho y hembra y también cada mujer,
De pie frente al destino amanecer
En busca de emprender y hacer su nombre.

El umbral del ocaso no se asombre
Ante el sino que debe acontecer,
Más allá de morir, al renacer
Al eco de la noche su renombre.

Siendo vida inmortal lo que acontece
Tanto a Dios como al alma, bien parece
Tanta luz que es verdad por suceder.

De la fe y del amor no es parecer
Disyuntiva el que deba perecer,
¡Dios y el hombre, jamás desaparece!

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