Soneto
El poema de Dios su mundo interno
Esencia de la luz y amor eterno,
Trasluciendo a mi ser de su existencia
Tal lo siento a través de su presencia.
Deslumbrado de todo el universo
Yo lo siento a la sombra de mi verso,
El sol abriendo de su luz la valla,
Comienza a amanecer junto a la playa.
Es noche oscura cuando el sol desmalla,
E inmensa claridad Dios habla y calla,
Su silencio infinito, más que un sueno!
Atrevido tal vez, más bien risueño,
Mi verso se sintiera lo más tierno
Si el poema de Dios fuera su dueño.
lunes, 24 de noviembre de 2008
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