martes, 30 de diciembre de 2008

La vida conyugal

Soneto

Hambre y sed de beber debe apagar
El amor conyugal que es para amar,
Carne y sangre en unión de Dios sincera
Siendo Cristo la vida verdadera.

Sujeto está el marido en el hogar
Con su esposa, el hogar en su lugar,
Yugo suave y la carga bien ligera
Porque así, no hay ninguna aventurera.

Vida y luz encendida en esa hoguera,
Y el amor que es el fuego para dar
El calor al hogar por calentar.

Casa quiere el casado donde quiera
Sea en la pena o en la gloria o cuando muera,
Esa llama, ¡jamás se ha de apagar!

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